La industria automotriz local se juega por los vehículos nafteros

Fuentes de Fiat Argentina S.A confirmaron a surtidores.com.ar que en la planta que la compañía dispone en la localidad de Ferreyra, provincia de Córdoba, emplazada en un predio con una superficie total de 820.000 m2, ya no se producen autos con motores que funcionan con gasoil.

Esta tendencia se profundizó en los últimos años, a partir de la nivelación de precios entre los productos. La ventaja económica desapareció y es por eso que sólo utilitarios, camionetas y camiones aún siguen consumiendo el combustible de uso industrial y comercial.

No es el único motivo. Los motores nafteros presentan una ventaja respecto de sus competidores diesel: son aptos para incorporar sistemas de inyección a GNC, un combustible que es cada vez más tenido en cuenta por los consumidores debido a su accesible costo en surtidor. El metro cúbico se paga aproximadamente un tercio que un litro de cualquiera de las versiones líquidas.

¿Cómo impacta en las proyecciones de la demanda? Todas las refinerías focalizaron sus inversiones para aumentar la producción de naftas. Hay un faltante en el mercado de entre un 5 y 10 por ciento, que se cubre con compras al exterior, que en un futuro no tan lejano será reemplazado por volumen local.

El interés de las petroleras se concentra sobre todo en el segmento Premium, que es el de mayor poder adquisitivo, menos elástico a las variaciones de la economía. YPF lanzó recientemente INFINIA, su nueva nafta “inteligente”; en la misma dirección avanza AXION energy, Shell y Petrobras; Oil Combustibles, por su parte, encargó estudios con vistas a remodelar su destilería de San Lorenzo, justamente para reforzar su presencia de naftas en el mercado.

¿Y en las estaciones de servicio cómo impacta este cambio de tendencia? Ya en la última década se produjo un giro en las instalaciones. La mayoría de los surtidores hoy cargan naftas,  son contados los casos de automovilistas que demandan gasoil.