La importación de combustibles puso a las pequeñas refinerías al borde del cierre definitivo

Después de operar un año a pérdida, la refinería Renesa lleva varias semanas sin funcionar. La empresa está al límite del ahogo financiero debido a la imposibilidad de colocar su producción en el mercado local, que opta por la importación de combustibles a precios subsidiados, mecanismo favorecido por la ley de presupuesto nacional 2014. Tampoco encuentra salida en el segmento minorista ya que aun no posee desarrollo de marca y presencia en el mercado minorista (estaciones de servicio).

La empresa llevó sus reclamos a las autoridades, aunque no se han mostrado expeditas para instrumentar un mecanismo que priorice la utilización plena de la capacidad instalada en el país antes de asignar cupos para la importación con exención impositiva.

Esta situación determinó un plan preventivo de crisis que comenzó con el despido de 72 trabajadores y el riesgo latente para la continuidad laboral de otros 300. Si bien YPF comprometió sus esfuerzos para reubicar a los empleados despedidos, aun no hay precisiones de cómo se instrumentará esa ayuda.

Desde Renesa aseguran que mientras tanto, están dando forma a un plan de negocios y de operación particular, mínimo y transitorio, que permita su subsistencia hasta lograr por otros caminos aquellas mejoras estructurales que la compañía necesita. “Esto es en sustitución de nuestro planteo para resolver esas cuestiones con un régimen especial apoyado en una fracción de los recursos que el estado deriva a la importación exenta, planteo que, como es de público conocimiento, finalmente no fue escuchado”, señalaron sus directivos a sutidores.com.ar.

No obstante, guardan la esperanza de un cambio legislativo que les permita retomar las actividades. “Tenemos la firme expectativa de que la nueva ley de presupuesto cuyo debate se avecina, tenga las correcciones necesarias respecto a la importación de combustibles bajo el régimen exento, para evitar la repetición de la situación presente”, confían.

Más allá de estas consideraciones relacionadas con factores externos, la planta posee ciertas limitaciones que condicionan su inserción en el mercado. De acuerdo a dichos de operadores locales, Renesa suma distintos factores que la posicionaron en este presente:

• Procesa 1000 m3 por día de crudos livianos, lo que representa el 1 por ciento  de la capacidad de refinación del país (635 kbbl/día).
• Su infraestructura es extremadamente básica. Se construyó con fondos otorgados por incentivos nacionales, provinciales y ayuda de la municipalidad de Huincul.
• Es una Refinería no integrada, es decir que no procesa crudo propio, sin capacidad de conversión, es decir que no elabora siquiera fuel-oil como subproducto de la refinación.
• Tiene altos costos logísticos ya que todo el crudo que procesa es transportado por camión a la Refinería.
• Es altamente dependiente de un crudo liviano del tipo condensado que es escaso en el país y el más costoso para la producción de combustibles.
• Cuenta con beneficios o incentivos fiscales nacionales que la diferencian del resto de las empresas que integran el parque refinador del país, por las retenciones que se le aplican a la exportación de nafta virgen.
• Tiene embargos por incumplimientos con AFIP que dificultan el normal desenvolvimiento de la operación comercial.