Edificio emblemático
Un emprendedor local se hizo cargo de una vieja expendedora YPF ubicada en un pueblo de la provincia de Córdoba y la transformó en un espacio gastronómico de primer nivel.
Alicia, un pequeño rincón en la llanura agrícola de Córdoba, ha sido testigo de una transformación sorprendente que ha capturado la atención no solo de los lugareños, sino también de visitantes de otras partes del país e incluso del extranjero. Lo que alguna vez fue una Estación de Servicio YPF abandonada en el centro del pueblo, ahora se erige como un novedoso bar de tragos, conocido como “Estación 38”, gracias al empresario local Federico Mallía.
La historia de este emprendimiento se remonta a la visión y la determinación de Mallía, un comerciante con un ferviente deseo de revivir lugares olvidados. A pesar de ser propietario de una estación convencional en el pueblo, su mirada se posó en una construcción emblemática que data de 1938, y que albergaba un lubricentro de primera clase y un lavadero de vehículos, y había sido un ícono de servicio y atención excepcionales durante 70 años. Sin embargo, en 2010 cerró sus puertas y su esplendor comenzó a desvanecerse.
La persistente pasión de Mallía por revitalizar espacios dio lugar a una idea audaz: adquirir el edificio en decadencia y transformarlo en algo único. En 2019 comenzó una laboriosa restauración que duró más de dos años y medio. A pesar de los desafíos, como la pandemia que ralentizó el proceso, Mallía y su equipo lograron convertir la ruina en un espacio impresionante y lleno de vida.
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El resultado es “Estación 38″, un bar de tragos que fusiona la nostalgia del pasado con toques contemporáneos. La arquitectura original se ha preservado, y se ha combinado con materiales nobles y elementos de diseño de calidad premium. Este espacio rústico y moderno, inaugurado en diciembre de 2022, conquistó los corazones de los lugareños y ha atraído a una amplia variedad de visitantes de pueblos cercanos y, asombrosamente, de países del Mercosur.
Mallía, el cerebro detrás de esta transformación, habla con modestia sobre su éxito. “No tomo dimensión de lo que se hizo, porque este lugar fue creciendo por todos lados“, admite en diálogo con el medio Zonales. A pesar de su humildad, es evidente que su visión y esfuerzo han convertido a “Estación 38” en un punto de atracción turística en el este cordobés. Además de ser un bar coctelero los fines de semana, el lugar también alberga eventos gastronómicos que han contribuido a su popularidad.
Lo que alguna vez fue una Estación de Servicio en decadencia ha resurgido como un oasis de creatividad, energía y diversión. Mallía, orgulloso de haber insuflado nueva vida a la antigua YPF olvidada, no podría estar más contento con el impacto que ha logrado. “Eso a mí me alcanza, con eso solo yo siento que ya gané“, concluye satisfecho.
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Buenas noches. Felicitaciones para el Sr. Federico Mallía y para ustedes, por compartir esta interesante novedad. Ojalá surgieran “imitadores” de esta “reparación histórica”, que mantiene con vida importantes hitos de nuestra vida. Con frecuencia viajo a la Ciudad de Azul, donde lamentablemente se encuentra una estación de servicio similar, en estado de abandono, ubicada a metros del balneario municipal. ¿Cuántas más existirán todavía en nuestro país? Las recuerdo con especial cariño, igual que a los “surtidores manuales a palanca” y las hojas de ruta YPF, con ayuda de las cuales recorríamos rutas y caminos polvorientos, cuando vacacionábamos con mis padres y hermano. ¡Maravillosa época! Hasta siempre. Guillermo Valdettaro. ❤️⛽️🚗🛣⏳️