La estación de servicio también puede ser el complemento de otras actividades

Todas las personas que tienen un vehículo tarde o temprano pasan por una estación de servicio para llenar el tanque. Es una actividad que recibe miles de personas por día y que está en condiciones de incorporar nuevos servicios, adicionales, que convocan aún más consumidores.

De esto se dio cuenta la reconocida firma Mc Donalds. Ya hace dos años puso en marcha un local de expendio de naftas, inédito en el mundo por su diseño y arquitectura.

Hoy es furor en ventas y por eso es tomado como modelo por otras compañías de primer nivel que analizan imitar la iniciativa. Además, ajustada a los nuevos tiempos, adopta criterios de la arquitectura sustentable, por el uso eficiente de los recursos.

Los espacios del establecimiento están formados de tal manera, que los dos programas principales -servicios de vehículos y comedores- están aislados unos de otros, tanto física como visualmente, por lo que todas las operaciones de la estación de servicio se ocultan a la vista de los clientes del restaurante.

El estacionamiento cumple un rol fundamental, porque permite a los usuarios resguardar el auto para sentarse a comer y seguir paso. En definitiva, este esquema comercial funciona a la inversa del mini-mercado, que en general es un complemento para los expendedores de combustibles. Para la compañía de capitales estadounidenses el negocio secundario es la estación.

Debido al concepto de edificio pequeño, la mayoría de los espacios de apoyo y servicios públicos están agrupados en la planta baja, cerca de los accesos técnicos.