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Son uno de los principales motores de la economía en nuestro país; pero sólo el 35-40 por ciento de ellas sobreviven a la segunda generación, y escasamente entre un 10-15 subsisten a una tercera. Pese a ello la mayoría de los propietarios quieren mantener el negocio en la familia
Por Sebastian Jukic
Coach de Negocios
www.actioncoach-argentina.com/sebastianjukic
Si aceptamos estos hechos, se plantean un par de preguntas lógicas, ¿por qué se dan estas tasas de mortalidad tan alta en un sector tan importante para nuestra economía, y qué pueden hacer los empresarios al respecto para reducirla y poder legar el negocio a la siguiente generación?
En primer lugar debemos destacar que, de acuerdo a estudios realizados por John L. Ward en una muestra de empresas familiares, el 10 por ciento de estos fracasos se debe a la falta de capacidad del sucesor, el 20 a razones de negocio, el 10 a falta de capital, pero el 60 por ciento!!! de los casos se deben a temas puramente familiares. Las razones principales desde el punto de vista familiar que originan este bajo ratio de supervivencia, en nuestra opinión, son las siguientes:
La empresa se contempla como una especie de Fundación que debe alimentar los apetitos de una familia cada vez más numerosa. La familia en muchas ocasiones (casi siempre) crece más rápido que la empresa y parece que esta debe sustentar a todos. Cuando el ritmo de crecimiento de la familia y sus exigencias crecen más deprisa que la empresa, se endeuda y la esquilma sin hacer las inversiones necesarias para que crezca, incorporando personal ineficiente sólo por ser familia, y extrayendo dinero que genera endeudamiento
No todo el mundo es empresario, y puede carecer de las habilidades motivación y carácter necesarios para sobrevivir en este mundo. Puede ser también que el sucesor se haya visto obligado a incorporarse a la empresa por presiones familiares, o falta de alternativas y simplemente carecer de la determinación y habilidades necesarias para ser empresario.
¿Cómo afrontar todos estos riesgos?
No hay soluciones mágicas, pero para estos desafíos hay una serie de iniciativas a tomar, que si bien no son una garantía de éxito, su cumplimiento aumenta las posibilidades de que nuestros nietos disfruten de la empresa.
En muchas ocasiones un Coach de Negocios puede ayudar en esta transición, ya que los empresarios no suelen saber como afrontar estos problemas, y se encuentran con el factor de la presión familiar, elementos que puede recomendar que un tercero independiente realice estas funciones, por experiencia, como garantía de imparcialidad y por el bien de la propia convivencia familiar.
Para cualquier consulta sobre este artículo, e recomendamos comunicarte con Sebastian Jukic COACH de Negocios de ActionCOACH, al Tel 011 15 65171405 e-mail: sebastianjukic@actioncoach.com.
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