La demanda de combustibles Premium creció 30 por ciento en los últimos cinco años

Para muchos automovilistas poco parece importar que el litro de nafta Premium cueste casi 20 pesos o que optar por la súper implique un ahorro de casi 4.000 al año; la preferencia por los combustibles de máxima calidad en nuestro país es un fenómeno en alza con pocas similitudes en otras regiones del planeta.

Así se desprende de un informe dado a conocer por la Secretaría de Energía que revela que el consumo de estos productos trepó 28.5 por ciento desde 2010 hasta la fecha, a diferencia de gasoil G2, por ejemplo, cuya demanda retrocedió una quinta parte durante este período.

¿A qué se debe esta tendencia que promete consolidarse? Mucho tienen que ver las campañas de marketing de las compañías petroleras para estimular su demanda. Sin duda que sus atributos  como el máximo octanaje y los agentes multipropósito que limpian y protegen los motores, son su principal atractivo.

Las recomendaciones de las terminales automotrices también contribuyen a incentivar su despacho. Las plantas motrices modernas incluyen sofisticados sistemas de inyección directa con válvulas variables, programas de computación que regulan su operación y radios de operación óptima que funcionan mejor con las naftas de más octanaje o con el diésel de menor cantidad de azufre.

También influye la cláusula de garantía incluida en ciertos modelos, en especial los deportivos, que exige el uso de estos derivados de modo excluyente.

No obstante la notable proyección, estos productos ocupan al presente tan solo el 20 por ciento de la canasta de combustibles. El gasoil es el de mayor salida con el 53 por ciento del market share seguido por la nafta súper con el 27.

YPF es la empresa que mayor caudal de litros comercializa: cuenta con el 61 por ciento de la preferencia de los consumidores, seguida por Shell y AXION energy. Sin embargo la de mayor expansión durante estos últimos cinco años fue la petrolera del Grupo Indalo, Oil Combustibles,  que en 2015 triplicó el volumen que distribuía cuando arrancó la década.