Informe técnico: petroleras y distribuidores desplazan a las estaciones en la venta de gasoil

Un informe elaborado por la Confederación de Empresarios de Combustibles y Afines de la República Argentina (CECHA) muestra que la demanda de gasoil grado 2 no sólo evolucionó en baja, con una caída interanual del 12.43 por ciento entre enero y julio, sino que además sufrió cambios en la participación de cada uno de los actores que intervienen en la comercialización.

Las estaciones de servicio, por su parte, que hasta hace décadas abastecían a los grandes consumidores, de acuerdo al estudio perdieron 4 puntos porcentuales frente al avance de las refinerías y la expansión de los distribuidores con gran capacidad para acopiar volumen.

“La venta directa ha ido creciendo los últimos años en desmedro de las ventas a través las estaciones de servicio”, concluye el análisis luego de analizar la última información disponible.

El escenario es más que complicado, advierte la cámara empresaria, sobre todo teniendo en cuenta que los precios en surtidor y las comisiones permanecen invariantes, en el primer caso por decisión del Ministerio de Energía y Minería mientras que en el segundo por coacción de las compañías de bandera.

“Considerando el volumen de venta de combustibles líquidos, el 51 por ciento las vende hasta 250 mil litros, el 39 por ciento entre 250 y 600 mil, y solo el 10 por ciento vende más de 600 mil”, detallan los expendedores.

En definitiva, más de la mitad de los comercios se encuentran en situación de riesgo, al punto de no poder seguir  en actividad. Se trata de Pymes familiares, en general ubicadas en provincias del interior del país, sobre pequeños poblados y zonas rurales.

Prácticamente el 90 por ciento de las bocas blancas vende hasta 250 mil litros mensuales. Las YPF, en cambio, por ser la preferida de los usuarios en base a ofrecer los precios más bajos de la plaza, un 55 por ciento entrega entre 250 y 600 mil litros.

Y aproximadamente un 22 por ciento se ubica por encima de ese tope. Son los establecimientos de autopistas y zonas estratégicas, muchos de ellos oficiales, es decir, pertenecientes a la compañía, otros administrados por operadores independientes con gran capital de trabajo.