Estrategias de márketing
Todas las petroleras están en planes para incrementar las ventas de combustibles. En los últimos tiempos aplicaron modificaciones a la política comercial que da cuenta de un mayor interés por las estaciones de servicio, sobre todo aquellas que están bien posicionadas y manejan buen caudal de clientes ¿Cuáles son las nuevas tendencias?
Sin dudas el factor precio movió el tablero. Los ajustes comenzaron en 2012, cuando YPF se propuso aumentar la producción de hidrocarburos destinando recursos para inversiones en Vaca Muerta, a partir de fuertes subas en el surtidor. Fue ahí cuando el panorama cambió, para el conjunto de los proveedores.
¿Cuáles modificaciones se observan? En primer lugar, las marcas están reduciendo la distancia de los productos Premium, que hasta hace poco crecían por encima de los tradicionales. El costo al público es menor al de años anteriores, cuando el bolsillo de los automovilistas permitía priorizar la calidad. De acuerdo a datos de la Secretaría de Energía este segmento viene en caída libre.
Martin Chada, presidente de la Cámara de Expendedores de San Luis (CECA) cuenta que en su zona AXION energy está embanderando bocas de expendio. Hizo referencia a un local que años atrás Shell le rescindió el contrato. “Están bajo análisis algunos puestos; hay operadores que están cambiando de bandera”, destaca el empresario.
El hecho que las empresas que participan de la comercialización minorista sean ahora integradas hizo más rentable la actividad y mejoró las condiciones: “bajaron los costos de elaboración; subieron los precios; el consumo venía creciendo, aunque ahora se frenó; y las perspectivas a futuro son buenas”, analiza Chada.
“Las petroleras van a tener que competir por la demanda”, sostiene. Plantea que los hábitos de consumo de los usuarios indican que hay una revaluación y programación de las compras: “el ticket promedio cayó de 350 a 120 pesos”. Esto significa que “nadie llena el tanque” y que “la gente analiza” en la estación de servicio para satisfacer su necesidad.
En gran medida, este cambio de actitud es consecuencia del abastecimiento pleno. Ya no es menester gastar tanto dinero en combustible; por eso en los puestos de YPF se siguen extendiendo las colas. “Se genera un cambio en la estructura; antes funcionaba por desborde y todas las banderas podían despachar, no era necesario generar la venta”, afirma.
Por estas variantes es que los operadores intentan pelearle a YPF recibiendo tarjetas de débito y crédito, a costas de sacrificar un 18 por ciento de la bonificación. Se trata de una estrategia para ganar en volumen.
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