Hechos delictivos y nuevos hábitos de consumo cambiaron la modalidad de atención al cliente

Pocos servicios son gratis hoy en las estaciones. Faruk Jalaf, Presidente de la Cámara de Expendedores de Misiones (CESANE) explica que en el caso de los infladores de neumáticos todos los días hay usuarios que “roban los picos y destruyen las mangueras”, con o sin intención.

Además, menciona que esta problemática se da en un contexto de proliferación de gomerías y otros talleres mecánicos que ofrecen este beneficio a los automóviles. “Revisan las gomas cuando es para un viaje”, puntualiza el dirigente del Noreste.

Esta situación también se produce con los equipos de agua caliente para mate y en los baños. “Los servicios adicionales se cobran para alejar los vándalos”, sostiene el empresario. Y aclara que “no es para recaudar dinero”, dado que los márgenes de ganancia de estos nichos son insignificantes.

Además, la idea es que el playero no pierda tanto tiempo en estas aristas. Los consumidores requieren cada vez de menor tiempo para la compra de naftas y gasoil, por eso los expendedores prefieren que concentren sus tareas en el surtidor.

“Lo que está demorando la atención son los planes de fidelización con tarjetas de débito y crédito, los sistemas de puntos con carga; distraen al playero y genera que cada vez se necesite más personal para vender menos que antes; hay que fiar y con cargos que antes eran en efectivo y no reportan ningún beneficio”, plantea Jalaf.

Tal es así que por momentos admite ocupar distintos roles en su negocio: “en mi caso bajo a la playa y ayudo para que la gente no se demore y el playero pueda actuar libremente también”. Hoy la prioridad es que el cliente se vaya satisfecho luego de su paso por el local.

“Si está la playa completa, el mismo usuario agarra el balde y se limpia el auto. La gente ha tomado conciencia”, reconoce.