La marca de los cuatro círculos, Audi, comienza una iniciativa global basada en la generación de energía limpia de emisiones de CO2. El proyecto denominado Audi e-gas se asienta en un mix de GNC e hidrógeno que asegura una elevada eficiencia para el motor. Argentina estrenará en breve una estación de estas características
Audi quiere ponerse a la cabeza en la industria del automóvil en lo referente al aprovechamiento sostenible del uso de los recursos naturales. Bajo el lema de Audi, movilidad equilibrada, la marca de los cuatro aros está orquestando sus esfuerzos para perseguir un objetivo mayor: la movilidad completamente neutra de emisiones de CO2. Y el proyecto Audi e-gas es el aspecto fundamental sobre el cual se centra esta iniciativa. La marca establece un nuevo hito del cual tanto los usuarios como la industria suministradora de energía se pueden beneficiar. Audi ha mostrado por primera vez al público el nuevo proyecto e-gas en Hamburgo,
La iniciativa, que tras tres años de intensa investigación está actualmente entrando en su fase práctica, es la piedra angular de esta misión. Audi es el primer fabricante de automóviles del mundo que establece una cartera completa de fuentes sostenibles de energía. Mientras que otros competidores se limitan a adquirir la energía verde procedente de terceros actores, ya está interviniendo directamente en su producción.
Para este propósito, Audi contribuye a la construcción de turbinas de viento en el mar del Norte que generan energía verde que posteriormente se incorpora a la red pública de consumo eléctrico. La unidad de producción utilizará parte de la electricidad generada por este sistema para producir hidrógeno mediante electrolisis. Allí el hidrógeno será combinado con dióxido de carbono (CO2) para crear metano (CH4) mediante la reacción Sabatier, formándose agua (H2O) como producto residual. El metano, un sustituto sintético del gas natural, es el producto resultante, el cual posteriormente será enviado a la red alemana de gas natural así como a la red de estaciones de servicio de GNC.
El Audi A3 TCNG, será todo un abanderado tecnológico: Podrá moverse utilizando el e-gas que la terminal producirá en las plantas de metanización. Su motor cuatro cilindros TFSI y el convertidor catalítico del sistema de escape fueron diseñados con el gas natural en mente. Sólo en Alemania, el gas natural está disponible en cerca de 900 estaciones de servicio de GNC, cantidad que sigue en aumento.
Mediante el método de ciclo equilibrado, -similar al adquirido de la energía verde- los propietarios del A3 TCNG podrán alimentar de combustible sus vehículos con energía eólica a partir del año 2013. Cuando un conductor cargue combustible su coche con e-gas, el importe correspondiente de energía renovable requerido para producir esa cantidad de e-gas se introducirá en la red.
La densidad volumétrica del e-gas es igual a la del gas natural de origen fósil y, por tanto, menor que la de la nafta Premium. Semejantemente al gas natural, la combustión del e-gas también produce menores cantidades de CO2..
El elevado octanaje de aproximadamente 130 RON para el gas natural, el biometano y también para el e-gas, facilita un elevado ratio de compresión en los motores turboalimentados lo cual asegura una elevada eficiencia. Como todos los modelos Audi, el A3 TCNG de ningún modo sacrifica el placer de conducción o la practicidad de uso a diario. Su depósito de gas, en el que almacena el e-gas a una presión de 200 bar, ofrece capacidad suficiente para realizar largos recorridos. El Audi A3 TCNG también cuenta con una configuración bivalente: si los tubos de gas natural se quedan vacíos y no hay cerca una estación de servicio de GNC, el vehículo puede circular con nafta convencional sin disminuir por ello su rendimiento.
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