GNC y naftas: dos caras de un mismo negocio en jaque

Vender naftas y gasoil hace tiempo que no resulta muy conveniente para las estaciones de servicio. Por eso, en los últimos años muchos empresarios compraron compresores e incorporaron surtidores de GNC. Fue la salida que encontraron luego de años de sufrir una ecuación económica esquiva a causa de políticas energéticas fallidas.

Lo que hasta hace un mes era una alternativa, hoy no lo es. Así lo advierte Analía Salguero, presidente de la Cámara de Expendedores de San Juan (CECA). “La estación dual era la combinación que permitía algo de rentabilidad”, explica. Con los nuevos cambios en el valor del metro cúbico en boca de pozo, transporte y distribución, la situación cambió.

“En la actualización no han tenido en cuenta que hay inversiones hechas en relación a la industria, no sólo en las bocas de expendio, sino en los productores de equipos y en toda la cadena de valor”, sostiene.

Y si bien reconoce la labor de Juan José Aranguren, Ministro de Energía y Minería, considera que en este caso resolvió sin tener en cuenta con precisión el impacto que tendría en el mercado. “El negocio puede quedar destruido”, señala. Y agrega: “no hubo mala intención, pero sí creo que no hubo una evaluación seria”.

Por eso anticipa que ya se está por solicitar una audiencia con Aranguren, a los efectos de encontrar alguna alternativa. “Sabe mucho y valoro las medidas que está tomando, pero en este caso me parece que actuó por criterio y no por conocimiento”, explicó. En su opinión, consultando a los industriales se podría haber evitado este problema.

Para Salguero, tarde o temprano, las conversiones de vehículos disminuirán: “nunca estuvo el GNC tan pegado a la nafta súper”. Cuesta un 50 por ciento, cuando antes representaba un tercio. En San Juan subió a 9.50 el metro cúbico.

Por otra parte, la operadora cuestiona que bajo este nuevo esquema “se pierde de vista el cambio de un combustible ecológico”. Destaca que el GNC emite un porcentaje de emisiones de gases de efecto invernadero muy inferior a los líquidos. Y además se deja sin opciones económicas a los automovilistas. “Si tuviéramos transporte público que lo supliera sería distinto”, apuntó.

Conflicto en ascenso

Otro foco de preocupación que expresa Salguero tiene que ver con los bloqueos de estaciones de GNC que están propiciando los taxis y remises. “Creen que especulamos con el precio”, lamenta. Y aclara: “nosotros sólo trasladamos una parte del aumento; hasta resignamos margen”.