Opinión: Fortalezas y debilidades del mercado de GNC

Desde que llegó a la Argentina hace 31 años, el Gas Natural Comprimido no para de crecer. Confiable, seguro, ecológico y por sobre todo económico, este combustible es elegido hoy por 1.739.000 automovilistas, un número que seguramente será historia el mes próximo cuando se incorporen al sistema miles de nuevos usuarios.

Su fortaleza se basa inicialmente en el precio, cuatro veces más barato que el litro de nafta Premium. Esto ha llevado incluso a que 50 estaciones de servicio lo incorporen a su oferta de productos el último año estirando el número de bocas a 1958 en todo el país.

Para Eduardo Bajlec, dirigente empresario y experimentado especialista en el tema, la situación del Gas Natural Comprimido para automóviles hoy en Argentina “es inmejorable”. Asegura que se espera un crecimiento del consumo por el encarecimiento de los precios relativos del combustible líquido y hay expectativas que frente a una de composición del tipo de cambio, mejore más.

No obstante reconoce que la traducción en las ventas “es leve”,  debido a la recesión general de la economía, a pesar de ser este el punto más fuerte para apuntalar su expansión.

Como contrapartida, Bajlec menciona que la debilidad del sistema se puede encontrar en aquellas estaciones que despachan gas en exclusiva. “El punto de equilibrio de este tipo de comercio se ha elevado mucho producto del aumento incesante de los costos fijos y laborales de las unidades de negocio”, explica.

Ampliando aun más su argumentación, Bajlec apunta que “hoy poner gas sólo no reporta una utilidad interesante frente al tamaño de la inversión; sólo sobreviven las estaciones duales y con el shop ayudando a generar un margen bruto marginal”, precisó ante la consulta de surtidores.com.ar.