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En Capital Federal el gremio asegura que “fue del 100 por ciento”; en el grueso de las provincias no se despachó combustibles durante toda la jornada de ayer y los empleados no asistieron a los puestos de trabajo, por lo que muchos comercios permanecieron cerrados. Pese a la gran demanda del día anterior, el abastecimiento está normalizado
Cuando se trata de paralizar la actividad económica de un país garantizar que las bocas de expendio de combustibles permanezcan sin atención al público es fundamental. Por eso, Carlos Acuña, secretario general de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) y segundo de Luis Barrionuevo en la Confederación General del Trabajo, se comprometió ante sus pares en lograr que no se vendan naftas en todas las provincias que tiene jurisdicción.
Incluso la medida se hizo efectiva en otras zonas, como Santa Fe, San Luis, San Juan y Mendoza, donde los gremios locales no están encuadrados bajo esta vertiente política que actualmente comulga con las ideas de Sergio Massa, líder del Frente Renovador.
De acuerdo a Andrés Doña, secretario gremial de Foesgra, “cerraron todas las estaciones de servicio” en la Capital Federal y se alcanzó un gran acatamiento en provincias como Salta, Entre Ríos, Mendoza y Tucumán, entre otras. “Fue prácticamente total”, indicó.
“En algunos locales directamente no concurrió el personal”, resaltó el dirigente, por lo que ni siquiera se dejaron guardias mínimas para asegurar el suministro de combustible a los servicios públicos: la policía, bomberos y ambulancias.
Las bocas que pertenecen a YPF que están administradas por su empresa subsidiaria, Opessa S.A, en algunos distritos operaron normalmente, tal es el caso de Rosario. La apertura de estos puestos permitió movilizarse a personas que utilizan el auto para llegar al trabajo. “La medida de fuerza tuvo el resultado que esperábamos”, destacó Doña.
Volviendo a la normalidad
Durante la madrugada se fue reponiendo el stock en los establecimientos. Por la protesta de transportistas ayer no llegaron los camiones cisterna, lo que produjo faltantes de productos luego de la gran demanda de los días previos. En consecuencia, los tanques de almacenamiento de las estaciones quedaron en algunos casos vacíos.
Por su parte, las petroleras actuaron de la misma manera que durante los fines de semanas largos, reforzando las entregas en las regiones de mayor consumo y desarrollando planes de logística especiales.
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