Firmas internacionales radicadas en el país se interesan por el transporte pesado a GNC

La matriz nacional está compuesta en más del 50 por ciento en gas. Se lo utiliza para diversos fines, tanto para abastecimiento de la industria y usuarios residenciales como para generación de energía eléctrica. En lo que respecta a transporte automotor, más de 1.600.000 vehículos circulan en su versión comprimida y de a poco hay camiones que empiezan a considerarlo una opción económica y sustentable.

Víctor Derlich, titular de Esigas, compañía mendocina que elabora tecnologías para transporte liviano y pesado, destaca que “las firmas extranjeras impulsan la lucha contra el cambio climático ven con expectativas la utilización de GNC” en sus flotas de distribución, por el certificado de reducción de emisiones, tan importante en Europa y otras plazas desarrolladas.

Este impulso del exterior espera que empuje a los funcionarios a tomar conciencia sobre la contaminación ambiental. “Las autoridades y empresas locales todavía no entran en ese combate”, lamenta el empresario. Pero considera que “es una cuestión de tiempo”. Tarde o temprano, entiende que llegará el momento, al igual que ocurrió en un principio con los vehículos particulares y desde hace tiempo con las energías renovables.

En cuanto a las conversiones de autos a nivel país, Derlich indica que “han caído un poco”, en su opinión por el contexto electoral. Se ubican en torno a las 13.000 unidades. “La gente está esperando para ver qué pasa”, analiza. El recambio de autoridades genera incertidumbre sobre el futuro económico y las inversiones en nuevos tubos de gas se postergan para 2016.

Es que en lo que respecta a ahorro económico frente a las naftas y gasoil, resalta que el GNC seguirá corriendo con ventaja. Todos los analistas estiman incrementos en las pizarras para los próximos años, como estrategia para brindar de recursos la caja de YPF, preocupada por recuperar la producción de hidrocarburos con foco en Vaca Muerta.

“Si no hay un cambio de política va a estar complicado”, alerta Derlich. No está de acuerdo con el esquema energético aplicado en los últimos años, que desencadenó en la pérdida del autoabastecimiento.