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En un contexto donde los ajustes en el surtidor se encuentran por debajo del nivel general de inflación registrado en febrero, surge el debate sobre la independencia de los valores ante las decisiones políticas de los gobiernos de turno
En momentos en que factores como la caída en el precio internacional del barril de petróleo, la desaceleración en el ritmo de devaluación del peso, la actualización de impuestos a los combustibles y el aumento en los biocombustibles contribuyeron a que los incrementos de las naftas y el gasoil estén por debajo del índice de inflación oficial, los analistas reiteran la importancia de liberar completamente la marcha de precios de las definiciones de la política.
En ese sentido, el exsecretario de Energía Emilio Apud, afirmó que el precio de los combustibles no depende directamente de la inflación, sino de una serie de variables que deben ser analizadas en conjunto.
En diálogo con surtidores.com.ar, destacó que “la inflación puede influir, pero es difícil que vaya a precio”, señalando que la estructura de costos del sector tiene factores determinantes propios.
Apud explicó que en la composición del precio final del combustible intervienen varios elementos: el valor del barril internacional, el margen de refinación, los biocombustibles regulados por el Estado, los impuestos a los combustibles líquidos y al dióxido de carbono, y el tipo de cambio.
“Puede suceder que la inflación suba y, aún así, el combustible llegue a bajar. ¿Por qué? Porque el precio del barril internacional pudo haber bajado“, sostuvo.
Según el exfuncionario, en la actualidad se alcanzó una situación próxima a la paridad de exportación, lo que considera una evolución positiva para el mercado. “Hasta ahora siempre se había jugado con el precio interno del crudo que entra a la refinería. Ahora ya estamos bastante cerca de los lineamientos internacionales, lo que me parece saludable“, indicó.
Por otro lado, mencionó que los impuestos a los combustibles han venido recuperando el terreno perdido durante 2024 debido a las actualizaciones aplicadas, aunque todavía queda un camino por recorrer. Además, recalcó que se está trabajando en la definición de los cortes de biocombustibles, otro factor relevante en la estructura de costos.
De cara al futuro, Apud enfatizó que “la principal variable de ajuste será el precio del barril internacional”, y que los precios de los combustibles deberían moverse en consecuencia. “Si baja el precio del barril, debería bajar también el precio del combustible. Y si sube, debería subir“, precisó, destacando que esto permitiría reflejar valores de mercado más transparentes.
En cuanto al rol del Estado en la fijación de precios, advirtió sobre la influencia de la política en YPF y su impacto en la competencia dentro del sector. “Sabemos que muchas veces la política incide en YPF. Al tener el 51 por ciento de las acciones y el management de la empresa, tiene una posición dominante que condiciona al resto del mercado. Fue una práctica de las últimas décadas, no es de ahora”, explicó.
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