Delinean nuevo texto del proyecto de ley de comercialización de combustibles

Aunque no lo admiten, las estaciones de servicio ya están pensando en 2015 para conseguir cambios estructurales. Con la actual gestión no lograron el consenso para aplicar un nuevo marco jurídico que prohíba la integración vertical, es decir, que impida a las petroleras participar de la venta minorista de combustible; por eso están evaluando propuestas para el próximo año, tomando nota de la experiencia vivida.

Con este objetivo, Oscar Díaz, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) se puso al hombro de la redacción del nuevo texto que promete garantizar la permanencia de las pymes en la actividad.

Según indicó a este medio en una reunión de Comisión Directiva que tendrá comienzo a las 10:30 de la mañana en la sede de la entidad, los dirigentes analizarán modificaciones teniendo en cuenta el núcleo central del proyecto original: “limitar la participación de las petroleras”.

Díaz adelanta que no se descarta permitir a las compañías contar con un parque reducido de locales propios, a los fines de que puedan testear el mercado. “Las empresas plantean que necesitan tener estaciones en lugares estratégicos como autopistas, por el volumen que requieren y la logística que implican; también para hacer algún tipo de prueba piloto o para implementar una imagen”. “Es una concesión que está en estudio”, admitió. El empresario explica que sólo en estos casos podrá considerarse: “no como negocio en sí, sino como para realizar otras metas y tareas”.

Lo que no está sujeto a discusión es la libertad de establecer precios al público. “Cada estacionero tiene que tener la libertad de fijar su margen; es justo que un expendedor que está en una zona estratégica también tenga la posibilidad de tener una bonificación mayor de ganancia, por haber volcado más capital”, puntualiza el directivo.

Díaz comparó un establecimiento ubicado en la ruta, donde el costo del terreno es más barato que otro radicado en el centro de una gran ciudad, como puede ser Capital Federal, Rosario o Bahía Blanca. “La idea es limitar el avance de las petroleras y sobre todo impedir el sistema comercial en consignado o la política de precios sugeridos, en definitiva, cualquier intervención que impida manejar la rentabilidad de las estaciones”, concluyó el titular de CECHA.