El Senado se encuentra debatiendo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), incluido en el nuevo proyecto de la Ley Bases. Esta iniciativa, impulsada por el Poder Ejecutivo y que cuenta con media sanción en Diputados, generó diversas visiones y panoramas entre los analistas energéticos del país.

En primer lugar, Raúl Olocco, exsecretario de Energía, avizoró un panorama auspicioso, enfatizando que el RIGI podría estimular el consumo de combustibles en todas las líneas de producción, especialmente en regiones alejadas de la capital.

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Sin embargo, alertó sobre la potencial competencia que podrían representar las Estaciones de Servicio extranjeras para las empresas locales, mayoritariamente conformadas por PyMES. No obstante, ponderó el impulso a la producción de crudo que podría garantizar el abastecimiento interno futuro de naftas y gasoil.

Por otro lado, Jorge Lapeña, presidente del Instituto de la Energía General Mosconi (IAE), adoptó una postura más cauta. Señaló la falta de precisiones dificulta todavía evaluar su impacto real en el mercado de hidrocarburos. “La incertidumbre respecto a los costos fiscales y los proyectos específicos promovidos genera preocupación sobre el sacrificio económico que el país podría enfrentar”, consideró el extitular de YPF.

En este sentido, el IAE envió a la Cámara Alta un documento (ver al pie) con diversas consideraciones, entre ellas la referida a la libertad de comercialización y precios de combustibles, que debería tener una clara indicación de que la reglamentación posterior se deberá instrumentar de forma tal que vender en el mercado interno resulte igual de atractivo que exportar, para evitar que las concesiones esquiven ofertar en el mercado interno concentrándose en la exportación.

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Vale destacar que el proyecto de ley enviado por el presidente al Congreso, propone un marco legal de incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios para atraer inversiones superiores a los 200 millones de dólares. Entre estos impulsos se incluyen reducciones impositivas, amortización acelerada de bienes, devolución acelerada del IVA, exenciones de derechos de importación y exportación, libre disponibilidad de divisas y estabilidad normativa por 30 años.

En el corazón de esta polémica, las Estaciones de Servicio están expectantes como impactará el RIGI en su funcionamiento ¿Representará una oportunidad para su crecimiento o una amenaza para su supervivencia? Estas preguntas acechan en el debate, mientras el Senado se prepara para definir el destino de la propuesta.