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El anuncio de la expansión de la Zona Franca en Misiones generó expectativas en el sector comercial y en las Estaciones de Servicio del norte argentino. Desde la Cámara de Expendedores del Nordeste afirman que la medida podría reactivar el consumo.
La decisión del Ministerio de Economía de la Nación de expandir la Zona Franca de Puerto Iguazú hacia los municipios de Posadas y Bernardo de Irigoyen reavivó el debate sobre el impacto de las flexibilizaciones tributarias en las economías de frontera. El Gobierno nacional busca con esta medida compensar las asimetrías impositivas con Paraguay y Brasil, promover el comercio y fortalecer la competitividad regional.
Según la Resolución 1449/2025, firmada por el ministro Luis Caputo, la expansión de la Zona Franca permitirá a estas localidades operar bajo un régimen impositivo diferencial, habilitando tiendas libres bajo control aduanero, actividades de almacenaje y procesos industriales destinados a la exportación. El objetivo, según los considerandos de la norma, es mitigar las desventajas que enfrentan los comerciantes argentinos frente a las “Lojas Francas” brasileñas, donde los productos importados se venden sin impuestos.

Sin embargo, mientras el anuncio es recibido con optimismo por algunos sectores, otros piden cautela. Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio del Nordeste Argentino, sostuvo en diálogo con surtidores.com.ar que “una flexibilización bien aplicada puede ser muy positiva: los comercios venden más, la gente se mueve más y, en consecuencia, aumenta la demanda de combustibles”.
Jalaf explicó que un mayor flujo turístico y comercial se traduce directamente en más actividad para las Estaciones de Servicio, que dependen del movimiento de personas y del transporte de mercaderías. “Si se incentiva el consumo y la circulación regional, se genera un efecto dominó en toda la cadena económica”, remarcó.
No obstante, el dirigente recordó que no todas las experiencias previas fueron favorables. En referencia al régimen implementado años atrás en Puerto Iguazú, advirtió que “aquella medida terminó siendo perjudicial para los comercios y para el pueblo entero”, ya que los beneficios quedaron concentrados en pocos actores, afectando la sostenibilidad de las bocas de expendio y de las PyMES locales.
La provincia de Misiones había impulsado durante años la creación de una Zona Aduanera Especial, más amplia y con beneficios distributivos, pero el Gobierno nacional optó por ampliar la figura de Zona Franca, que mantiene un concesionario único. Según Jalaf, esa diferencia podría volver a marcar la brecha entre los grandes operadores y los pequeños comerciantes si no se implementan mecanismos de participación equitativa.
Desde CESANE insistieron en que el crecimiento del comercio y del turismo debe beneficiar de manera transversal a todos los sectores, especialmente a los que sostienen la economía cotidiana de las comunidades fronterizas. “Las Estaciones de Servicio somos un termómetro del movimiento económico: cuando la gente viaja, compra o trabaja más, nosotros lo notamos enseguida en el consumo de combustibles”, señaló el titular de la cámara.
En ese sentido, Jalaf pidió que la implementación de la Zona Franca se acompañe con políticas que favorezcan la integración regional y la movilidad interna, para que el impacto positivo no se limite al turismo internacional. “Si las reglas son claras y los beneficios llegan, ganamos todos. Pero si se repite el modelo cerrado de Iguazú, volveremos a perder competitividad”, concluyó.
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