Expectativa e incertidumbre para los operadores de Petrobras tras el traspaso hacia Pampa Energía

Por el momento, los expendedores de Petrobras siguen trabajando normalmente, sin cambios aparentes, a pesar de que en un futuro próximo sus contratos funcionarán bajo la órbita de Pampa Energía. También la petrolera que todavía dirige el management avanza con el plan de inversiones previsto, sobre todo en lo que respecta a renovación de la fachada e imagen y recambio de surtidores.

La duda de fondo es si el grupo inversor mantendrá la unidad de negocios vinculada a la venta de combustibles en el segmento minorista. Sin información oficial, en el sector no descartan que se desvincule de esta área, vendiendo a otros grupos interesados en ampliar su participación en este nicho de mercado.

Carlos Pinto, Secretario de la Cámara de Expendedores de Río Negro y Neuquén (CECNERN) y operador de esta marca, menciona la “ansiedad” propia y de los colegas por conocer las perspectivas de Pampa. “Preferiríamos que haya menos silencio”, expresó ante la consulta de surtidores.com.ar.

Es que en este contexto planificar inversiones se torna imprudente, a pesar de la necesidad de encontrar paliativos a los inconvenientes de rentabilidad que padece el negocio. Hasta el momento, Pinto confirma que no se conoce la política comercial que aplicará la nueva gerencia operativa.

En Petrobras Argentina tampoco conocen en detalle las negociaciones, sus directivos están a la espera de novedades. Hasta ahora, Pampa Energía actuaba en los segmentos de exploración y producción de crudo y gas y generación, transmisión y distribución de energía eléctrica. ¿Le interesa la comercialización al público? Generar una nueva marca, aseguran que demoraría varios años.

En este escenario, hay varias firmas de peso internacional que están siguiendo con atención el tema, algunas ya con presencia en la plaza e incluso con producción de naftas y gasoil. El aumento del precio en surtidor y la anunciada intención de Juan José Aranguren, el Ministro de Energía y Minería, de nivelar el crudo con las referencias internacionales – actualmente apenas por debajo de los 50 dólares el barril – genera mayores expectativas de rentabilidad en el mediano y largo plazo.