Ex funcionario pronostica que a futuro no habrá incrementos bruscos de precios en los surtidores

YPF aumentó días atrás el precio de las naftas y el gasoil que expende en sus Estaciones de Servicio entre un 5 y un 8 por ciento y ayer Shell hizo lo propio pero por encima de los dos dígitos. ¿Habrá sido esta la última suba abrupta del año teniendo en cuenta el impacto social que provoca cada medida de estas características?

“En los próximos meses el gobierno directa e indirectamente hará todo lo posible para que no haya incrementos bruscos de los combustibles en los surtidores”, opina al respecto el ex Subsecretario de Combustibles de la Nación en dos oportunidades, Cristian Folgar.

El ex funcionario sustenta su comentario en la composición del mercado de los hidrocarburos. “En la medida que el Estado posea el 51 por ciento de las acciones de YPF no debería esperarse una estampida de precios no avalada por el Estado”, sostiene.

¿En qué porcentaje considera que están retrasados los precios locales para que la petroleras puedan alcanzar el punto de equilibro?, lo consultó Surtidores. “Todo depende del momento en que se haga el cálculo; tanto el tipo de cambio como la cotización del crudo influyen pero estos días tienen mucha volatilidad ambas. Teniendo en cuenta por un lado cómo evolucionaron ambos componentes y la inflación local respecto a los precios en surtidor, es probable que el precio final en poste tenga un `retraso teórico´ de no menos del 20 por ciento”, diagnostica el especialista.

“Ahora, una cosa es que exista ese teórico retraso y otra es que ello se vaya a trasladar al poste. Habrá que esperar unos días/semanas hasta ver que tipo de señales dan las nuevas autoridades”, afirma Folgar.

¿Qué opinión le merece la desregulación del mercado y qué salida imagina para contener una estampida de precios a futuro?, insistió Surtidores. “La desregulación tuvo el efecto esperado. Los precios relativos de los combustibles aumentaron para los usuarios con menor poder de compra. Quizás el problema pueda estar en que el gobierno dijo que iba a pasar lo contrario a lo que lógicamente ocurrió. No conozco los motivos, pero sembró expectativas distintas a lo que racionalmente podía esperarse”, evaluó

De todos modos, Folgar explica que una medida de este tipo debe analizar a mediano plazo. “Todavía no pasó tanto tiempo como para sacar alguna conclusión definitiva”, concluyó