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La controversia acerca de las cualidades contaminantes de los combustibles fue zanjada en un relevamiento efectuado por una importante organización no gubernamental. Detalla los daños que causa a la salud de quienes se encuentran expuestos a su manipulación.
La organización mundial “Ecologistas en Acción” elaboró un profundo estudio sobre las propiedades contaminantes de los combustibles líquidos, en especial la nafta y las consecuencias para quienes la manipulan.
El documento afirma que el hidrocarburo aromático Benceno (C6H6) “es un poderoso contaminante carcinógeno que puede producir leucemia y cáncer de colon” y añadió que la exposición de larga duración a altos niveles de benceno “también puede causar daños hematológicos, inmunológicos y sobre el sistema nervioso central“.
Asimismo, señalan que las principales fuentes de benceno son las emisiones del tráfico rodado, las emisiones de determinadas actividades industriales, así como los procesos de carga y descarga de combustible en las Estaciones de Servicio.
La entidad no gubernamental hizo referencia a un relevamiento del Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Murcia (UMU), sobre la contaminación asociada a las Estaciones de Servicio, que “demostraba que la calidad del aire en eses establecimientos y sus inmediaciones está afectada, sobre todo, por las emisiones procedentes de la evaporación de los combustibles de automoción derivadas de las operaciones de carga y descarga, abastecimiento y fugas líquidas“.
El estudio determinaba que las concentraciones de benceno y el hidrocarburo n-hexano, llegaban a distancias de influencia próximas a 100 metros, aunque la media en lo que afecta la contaminación es de cerca de 50 metros. En las bocas de expendio, agrega, se registraban niveles de algunos compuestos orgánicos en el aire, como el benceno, “superiores a los medidos en localizaciones urbanas donde la principal fuente de emisión es el tráfico rodado“.
La investigación recomienda que debería respetarse una distancia “mínima” de 50 metros para viviendas y de 100 metros para actividades “especialmente vulnerables“, como hospitales, centros de salud, colegios o centros de la tercera edad. “Lo ideal sería respetar la distancia de 100 metros a la hora de planificar la construcción de viviendas“, añade la organización.
Desde Ecologistas en Acción aseguran que resulta fundamental controlar la actividad de las Estaciones de Servicio en las zonas urbanas, “uno de los mayores emisores de benceno en la ciudad“, y se impida la apertura de nuevos surtidores en las cercanías de zonas sensibles como colegios, institutos, centro de salud, geriátricos, centros de la tercera edad, parques y jardines, etc.
espero que nos reconoscan trabajo insaluble
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