Estadísticas de mercado confirman que se frenó el cierre de estaciones de servicio

Un informe realizado por la Confederación Argentina del Comercio de los Hidrocarburos (CECHA), chequeado con las distintas banderas que operan en la plaza, revela que en Argentina existen 4423 bocas de expendio, sumando las de naftas, gasoil y GNC.

Según datos de la misma entidad, en enero de este año existían 4.422, lo que refleja que después de largos años dejaron de bajar las persianas los expendedores minoristas, a pesar de que el 51 por ciento vende menos de 250 mil metros litros mensuales y se encuentran al borde del punto de equilibrio.

De acuerdo al relevamiento sectorial, YPF y Oil Combustibles disponen de tres nuevos establecimientos, alcanzando un total de 1.532 y 266 respectivamente. Shell, por su parte, retrocedió de 617 a 616 entre enero y septiembre de 2016, Axion restó seis bocas, mientras que Petrobras, ahora en manos de Pampa Energía, sumó dos puntos de carga. PDV sur y Refinor no sufrieron cambios.

Mendoza cuenta ahora con 3 nuevas mangueras, lo que la convierte en la provincia de mayor crecimiento. Buenos Aires, San Luis, Entre Ríos, La Pampa, Misiones, Neuquén, Formosa y Jujuy, cerraron con dos estaciones en negativo. En Capital Federal, Córdoba y Santa Fe, el saldo en rojo fue de apenas un punto de la red. El resto de los distritos se mantuvo estable.

Según se desprende de analizar la información actualizada, en función de los movimientos que se produjeron en las distintas provincias, los comercios menos rentables no lograron sobrevivir a los vaivenes comerciales, al tiempo que se instalaron otros de mayor tamaño y con potentes instalaciones y capacidad de despacho, algunos de ellos administrados directamente por las compañías petroleras.

De hecho, otro estudio elaborado por CECHA determinó que considerando el volumen de entrega de combustibles líquidos “el 51 por ciento de las estaciones de servicio despacha hasta 250 mil litros, el 37 por ciento entre 250 y 600, y solo el 12 más de 600 mil litros”. El 90 por ciento de las bocas blancas se ubica en la franja de menor actividad. Son las que más expuestas al cierre están, por el alza de los costos operativos.