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¿Cómo debería regularse la actividad desde el punto de vista fiscal? Los expendedores plantean un reconocimiento por su condición de recaudadores de impuestos. Apuntes para una reestructuración del tributo al cheque, gravámenes provinciales y tasas municipales.
El cliente llega a la boca de expendio, carga 100 pesos, y sin saberlo, apenas 40 corresponden al costo del combustible. En lo que respecta a naftas, prácticamente 60 pesos son derivados al Estado, en concepto de tributos nacionales, provinciales y locales.
Una vez realizada la operación, el dueño del local debe depositar la recaudación en el banco, teniendo que hacerse cargo de innumerables costos financieros y pagando incluso Impuestos a los Débitos y Créditos Bancarios sobre dinero ajeno, que tendrá como destino las arcas fiscales de la Administración Nacional de Ingresos Públicos (AFIP).
Frente a este esquema, Ángel Luis Bigatti, Presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de Formosa, propone conformar un órgano de diagnóstico y coordinación que evalúe la capacidad contributiva y la carga fiscal sobre el sector, en forma mancomunada entre las distintas dependencias y jurisdicciones del Estado, a los efectos de elaborar un conclusión global, que comprenda la visión de todos los actores.
“Los expendedores somos recaudadores de impuestos que además venden combustibles. Hoy somos una oficina de AFIP, de renta provincial y de los municipios”, protesta. Por eso, en el contexto electoral, solicita al flamante presidente que revise la metodología de tributación.
“Tiene que haber un reconocimiento económico por esta función que nos obligan a realizar”. Para graficar la idea, pone un ejemplo, aunque aclara que sin rigor técnico: “habría que hacer cálculos pero el Estado tendría que pagar el uno por ciento de la recaudación; es importante que se considere el servicio que estamos prestando y también por el riesgo de la inseguridad”.
Asegura que no es cuestión menor, sino una de las causas fundamentales que llevaron al cierre de más de 3.000 estaciones de servicio en la última década: “la rentabilidad es nula o con una tasa de utilidad sobre las ventas cada vez menor; los expendedores quiebran por el anatocismo fiscal; lo que pasa es que los muertos ya no hablan”.
A nivel nacional, Bigatti pide a sus colegas trabajar el tema y hacer las demandas pertinentes a las autoridades, sobre todo a partir del 10 de diciembre, cuando estima que habrá mayores posibilidades de ubicar la problemática en la agenda.
Perfecto. Asi lo hare!!!!
Si se esta planteando que sería justo quedarse con un porcentaje de la recaudación fiscal, estaría bueno que los empleados partícipen de la recaudación de la expendedor, siguiendo el criterio de bigatti
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