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Cuando empezó a crecer el consumo de los combustibles de mayor calidad los estacioneros adaptaron las instalaciones. ¿Será necesario ampliar la estructura del local? Una situación que empezó a cambiar en 2012 y que todavía se mantiene. ¿Cómo evolucionará el negocio?
Va a llegar un momento en la vida de las bocas de expendio que habrá que tomar una decisión estratégica. No se sabe con precisión cuando llegará, pero está claro que la demanda de naftas y gasoil irá en aumento, en principio por el crecimiento de la población, y en un contexto restringido de puntos de expendio. En definitiva, habrá que elegir entre realizar una fuerte inversión para incrementar los puntos de carga en el local o trabajar con el límite de recepción de clientes.
Es que por cuestiones de espacio, la gran mayoría de los establecimientos que se instalan se asientan en las afueras de las ciudades. Y además, pertenecen directamente a las petroleras, que no sólo seleccionan esta localización por el costo del metro cuadrado, sino también para tener margen en el futuro de incorporar nuevos surtidores.
¿Cuándo será conveniente ampliar la playa de carga y comprar nuevos tanques de almacenamiento? Jorge Saad, dirigente de la Cámara de Expendedores de Santiago del Estero (CEPASE) asegura que hoy las estaciones trabajan “con un 100 por ciento de abastecimiento”, pero así y todo, señala que por estos días no está en la mente de los empresarios hacer una apuesta de estas características.
Por lo pronto, los cambios se dan con los recursos disponibles: “desde hace tiempo los expendedores que tenían varios tanques de diesel común o nafta súper los han destinado a los productos Premium”. Aclara que se nota principalmente en las grandes urbes, no así en las rutas del interior, donde el peso del gasoil sigue siendo predominante.
Sin embargo, entiende que por cuestiones de costos y logística, las Pymes no están en condiciones de adquirir camiones cisternas para hacer en carne propia la distribución al agro y empresas de transporte, nicho que ya fue acaparado por los distribuidores mayoristas. La opción de largo plazo, sigue siendo hacer más eficiente el espacio para el despacho.
En tanto, los servicios adicionales que aún subsisten, como lavaderos y lubricentros, podrían seguir su tendencia a la desaparición, para dejar lugar a estacionamientos para nuevos automóviles. Comprar los terrenos aledaños, en los casos que sea posible, aparece como una solución de crecimiento.
De acuerdo a las cámaras empresarias y datos de la Secretaría de Energía, el parque de locales continúa en retroceso, en un contexto de aumento del total de vehículos en circulación. “Una inversión para sumar más tanques hoy no tendría sentido pero hay que ver cómo va a crecer el consumo”, deja entrever Saad, ante la consulta de surtidores.com.ar.
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