Las naftas y gasoil vienen creciendo a un ritmo acelerado, del 40 por ciento promedio durante 2012 y 2013, más todavía este año, valores que incluso superan a la inflación general de la economía. Por eso es que legisladores de la oposición presentaron proyectos de ley en el congreso tendientes a contener la escalada con el objetivo de cuidar el bolsillo del consumidor.

Ante estas propuestas, Alejandro Martorell, Vicepresidente de la  Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) enciende la sirena. “Los periodos de precios regulados han traído como consecuencia cierre de estaciones y pérdida del autoabastecimiento”, plantea el dirigente. Y agrega: “gracias a los congelamientos cerraron en Argentina 3.000 bocas de expendio”.

“Observamos con preocupación que se presenten este tipo de proyectos, seguramente sin la información adecuada. Por eso, invitamos a los legisladores a concurrir a la sede CECHA, para informarles en detalle sobre las estructuras de costos, aclarando que las estaciones no son formadoras de precios, sino que hay un valor del petróleo, que lamentablemente fluctúa, y que cuando se mantiene artificialmente barato lo que se produce es la falta de inversión”, sostiene Martorell.

En la opinión del expendedor de Salta, “estos sistemas de control lo que traen es un efecto rebote, porque en algún momento, para recomponer el sector, que se desinvirtió por falta de ingresos, obliga a invertir a posteriori más y a la larga generan subas más fuertes”.

El tema no es menor, asegura, ya que este tipo de políticas “atentan contra los puestos de trabajo”. En la última década fueron 30.000 los empleos que se perdieron por problemas de rentabilidad en el sector empresario Pyme. “No podemos repetir la misma historia”, cuestiona.

Sin ir más lejos, actualmente para explotar Vaca Muerta, una de las mayores reservas en el mundo de hidrocarburos no convencionales que promete recuperar el auto-abastecimiento energético, se necesitan desembolsar, sólo para una primera etapa prevista por YPF, hasta el año 2017, 37.200 millones de dólares, que en gran medida serán aportados con recursos de caja, es decir, subas en el mercado interno.