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Avanzan en un convenio con una empresa especializada. Días atrás hicieron una nueva reunión, en la que se pudo acordar sobre algunos puntos comerciales, pero todavía no se logró garantizar el servicio a todas las bocas de Río Negro y Neuquén, por las grandes distancias.
La Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén (Cecnern) tiene entre sus principales tareas de gestión frenar y apaciguar los hechos delictivos. Es que las bocas de expendio reúnen gran cantidad de dinero efectivo por día, motín que cada vez interesa a las bandas de delincuentes, al punto que del asalto al playero pasaron a interceptar a los encargados durante su recorrida al banco para realizar el depósito. Son bandas organizadas, que miden los tiempos y aparecen en el momento menos esperado.
Es frente a esta situación que están conversando con la empresa Brink´s, abocada al traslado de caudales. “Todavía estamos estudiando el tema porque se complica alcanzar a las estaciones que están sobre la costa y la cordillera”, explica Marcelo Pirri, presidente de CECNERN. Sigue en proceso de análisis el presupuesto.
Lo que Pirri tiene en claro es que “el beneficio tiene que ser para todos los asociados”. Por eso, hasta tanto no esté garantizado el servicio en todas las localidades no se terminará de cerrar el acuerdo. “Nos vamos a seguir reuniendo”, anticipa. Así quedó establecido en la audiencia llevada adelante el pasado miércoles con representantes de la firma proveedora.
En principio, para abaratar los costos, se intenta aprovechar el recorrido habitual que realiza Brink´s. Pero dado que no llega a todas las ciudades, Pirri explica que “el problema es la logística“. El interés es de las dos partes, por lo que es optimista de encontrar soluciones.
Esta es una de las opciones que se están barajando para resolver la inseguridad en la zona, creciente y cada vez con mayor violencia, como ocurre en gran parte del país. El manejo de cash y el acceso directo por parte del público son dos condiciones que presenta el negocio que facilitan el trabajo de los ladrones.
En algunas localidades del interior prefieren no abrir los comercios durante la noche, para ello organizan turnos con los colegas para no dejar sin abastecimiento a la comunidad. En otros distritos optaron por sólo aceptar tarjetas de débito y crédito tras la caída del sol.
Lo que cambió en los últimos tiempos es que se sumaron los sindicatos a reclamar mejoras, ya no es sólo el temor a perder la recaudación. Lo que hoy más preocupa es la integridad del personal.
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