Estaciones de Servicio rurales sienten el efecto recesivo de las economías regionales

Las asociaciones de productores agrícola ganaderos de mediano y pequeño porte, vienen expresando en distintas oportunidades que las reformas impositivas y los incentivos al campo, muchas veces solamente benefician a los grandes pooles sojeros.

En ese contexto, expendedores que brindan servicios y combustibles a empresas pequeñas y medianas relacionadas a la producción de cerdos, arándanos, leche, verduras y frutas y otros productos de características menores, pero que sostienen la actividad de extensas zonas rurales, comienzan a ver las caídas de las cuentas corrientes y la baja de ventas.

“Las importaciones de carnes porcinas crecieron casi el 14 por ciento en el mismo periodo en el que, tanto la actividad económica caía estrepitosamente como así mismo el 45 por ciento de los productores desaparecían sin que nadie advirtiera este fenómeno”, explicó por ejemplo, Alejandro Di Palma que además de ser dueño de una Estación de Servicio en La Pampa, se desempeña como productor porcino.

Agregó el empresario que “así como estos casos, nuestros clientes no compran más gasoil, los mayoristas de combustibles tienen producto de sobra porque nadie les pide, dado las otras actividades también cayeron”.

Pero aseveró que por política de las petroleras, actualmente, el canal mayorista tiene los precios mucho más altos que las estaciones, por lo cual, no hay un valor accesible para la hipotética situación de que si las economías regionales remontan, accedan rápidamente a comprar combustible en las bocas de expendio, donde lo conseguirán a mejor precio que el directo al campo.

“Esta desorganización produciría un quiebre de stock en la venta al público minorista, mientras que el canal mayorista no tendría a quien venderle gasoil y el automovilista particular no podría ser abastecido”, comentó.

Además Di Palma dejó entrever que tiene información concreta sobre la intención de la Secretaría de Energía de que podrían darle vía libre a cada operador para que compre a nivel particular el biocombustible que considere necesario y a quién decida hacerlo, mezclándolo directamente en sus depósitos con el combustible que le provee la petrolera.