La jornada de capacitación virtual organizada por surtidores.com.ar reunió a más de 500 representantes del sector estacionero y petrolero de Argentina y toda Latinoamérica. Allí se exploraron las transformaciones que están sacudiendo a las Estaciones de Servicio en el contexto de la transición energética.

Fue Ignacio Barousse, profesional con más de 20 años de trayectoria en el sector energético y exdirector Nacional de Refinación y Comercialización de la Secretaría de Energía de la Nación, quien expuso la importancia del gas natural, no solo para la transición energética del país, sino para la economía nacional.

“Todo indica que la nafta deberá aumentar su precio considerablemente por lo que el GNC será una alternativa competitiva para los consumidores, esperando un gran nivel de conversiones para el 2024, comparable al auge del 2005, 2006”, expresó.

Explicó que, teniendo en cuenta que los impuestos a los combustibles fósiles en el mes de diciembre, de acuerdo a la legislación vigente, deberían ser casi cinco veces superiores a los actuales, que la perspectiva de aumento del tipo de cambio es del 50 por ciento al mes de diciembre; y que existe un retraso del 50 por ciento del precio del crudo comparado a la paridad exportacion,, la alternativa del GNC resulta muy interesante.

En este sentido, se puede decir que el costo de transición hacia el gas natural es mínimo, ya que el país ya cuenta con la infraestructura y, si bien no resuelve de forma 100 por ciento efectiva las emisiones, las reduce considerablemente en comparación con los combustibles líquidos.

“La realidad indica que el país va a necesitar desarrollar el GNC. Los números son tan contundentes. No hay dudas que el próximo gobierno, sin importar el signo va a hacer una fuerte apuesta al GNC”, afirmó Barousse y enfatizó en la necesidad de mayor penetración del transporte pesado.

Sin embargo, se destacó la afirmación de otro de los expositores expertos, Roberto Stazzoni, ingeniero especialista en electromovilidad: “La Estación de Servicio del futuro será multienergética y, pese a que el cambio puede ser visto desde la amenaza, será clave ver las grandes oportunidades de negocio que surgen para estos empresarios”.

En este sentido mencionó que la electricidad es mucho más eficiente que cualquier otro combustible y brinda la posibilidad de inyectar energía 100 por ciento renovable a la movilidad. Asimismo, confirmó que la demanda “está muy ávida a recibir vehículos eléctricos” y que es una situación coyuntural macroeconómica que está retrasando su auge.

ELECTROMOVILIDAD: PRECIOS A TENER EN CUENTA

La carga eléctrica, puede que sea, luego del GNC y GNL, la alternativa más tangible de la transición energética en Argentina. Es por ello que las banderas ya están creando corredores eléctricos en las principales rutas turísticas como Buenos Aires – Mar del Plata, Buenos Aires – Santa Fe – Córdoba, Buenos Aires – Mendoza, entre otras.

Pese a los debates legislativos de la venta de electricidad en las estaciones, aquí se despejó el debate. “La prohibición de reventa de energía se basa en contratos de concesión, por lo que cargar la batería de un vehículo eléctrico no equivale a vender energía para uso general, sino a ofrecer un servicio de recarga especializado”, comentó el especialista.

Uno de los asistentes introdujo el cuestionamiento de cómo se gestionaría el precio de venta de la energía y el rol de las Estaciones de Servicio en este mercado.

Sobre ello, Stazzoni respondió que un vehículo eléctrico consume alrededor de 20 kilovatios-hora por cada 100 kilómetros.

“El costo de cargar en casa depende del precio del kilovatio-hora y la tarifa, mientras que en una Estación de Servicio con cargadores de alta potencia, el costo se asocia principalmente a la inversión en el cargador en sí”, indicó el experto.

En cuanto al tarifado, tomó como ejemplo el caso de Shell Recharge, que ha implementado un sistema de tarifado por tiempo de uso y en función de la potencia del cargador.

“La razón detrás de esta diferencia de tarifas es que los cargadores más potentes son más costosos, pero también proporcionan un servicio de recarga mucho más rápido en comparación con los cargadores de menor potencia”, puntualizó Stazzoni.

Por último, el referente de la electromovilidad les comunicó a los estacioneros: “Armar la ecuación de cuánto cuesta la inversión en juego y evaluar la necesidad de la demanda es la parte más importante”.

ESTACIONES CON HIDRÓGENO: COMERCIALIZADORAS ¿Y PRODUCTORAS?

Probablemente una de las nuevas tecnologías más lejanas de pero no por ello menos importante a tener en cuenta, es el hidrógeno, que se está abriendo paso en nichos del transporte. También participó de la jornada de capacitación organizada por surtidores.com.ar, en la representación del experto Juan Bergna, ingeniero, tecnólogo especialista en hidrógeno, miembro del Consorcio H2ar de Y-TEC.

Una perspectiva intrigante que compartió es la idea de que esta transición permitiría a las Estaciones de Servicio no solo ser comercializadoras, sino también productoras del propio hidrógeno.

Esto se lograría mediante la integración de electrolizadores, alimentados por energías renovables instaladas allí o con contratos de PPA con generadoras de fuentes renovables de energía.

“El hidrógeno se perfila como una solución atractiva para el sector de transporte pesado, especialmente en áreas donde la movilidad eléctrica no es la opción más eficiente o en zonas alejadas a la producción de GNC, donde se aumentaría el costo de transporte del mismo”, precisó Bergna, quien destacó que en los puertos y en corredores de transporte de alto tonelaje, como rutas de carga principales, el hidrógeno podría tener un gran impacto.

“Asimismo, los corredores de Chile, Brasil, Uruguay que son países que están trabajando fuerte con el hidrógeno, sobre todo Chile y Uruguay que no tienen producción propia de hidrocarburos, están planteando estrategias muy agresivas en este sentido y será clave poder abastecer a estas flotas”,