Los expendedores deben cubrir los costos
Empresarios del sector manifestaron su preocupación ante la creciente ola de inseguridad y los constantes casos de menor envergadura que se producen por goteo, pero generan pérdidas significativas.
El reciente episodio de violencia ocurrido en una Estación de Servicio de Barranqueras, en la provincia del Chaco, donde un cliente atacó con un machete a un empleado por no querer esperar su turno para cargar combustible, ha vuelto a poner sobre la mesa la preocupación del rubro de comercio de combustibles.
En este contexto, el expresidente de la Cámara de Expendedores del Chaco, Miguel De Paoli, detalló a surtidores.com.ar, que la inseguridad no se limita a hechos de violencia extrema, sino que se ve agravada por los constantes robos menores que afectan la rentabilidad de los negocios.
El dirigente recalcó que a pesar de la magnitud del problema, las compañías de seguros no contemplan cobertura para este tipo de delitos, dejando a los expendedores expuestos a absorber los costos de estos hurtos cotidianos.
“Estos hechos, que llamamos hormiga porque son pequeños pero constantes, no están cubiertos por las pólizas, que solo contemplan robos mayores o con violencia. Los expendedores estamos lidiando con robos de sanitarios, artículos de higiene de los baños, botellas de lubricantes que, a la larga, representan pérdidas significativas”, explicó De Paoli.
El empresario mencionó como ejemplo, que en su propio establecimiento, el pasado fin de semana, se robaron una motocicleta aparcada en la playa de la estación, y que estos casos se han convertido en una constante.
“Las compañías de seguros no consideran estos hechos para la cobertura porque argumentan que no cumplen con los requisitos de robo calificado o asalto, dejando al comercio sin posibilidad de recuperar las pérdidas”, añadió.
IMPACTO ECONÓMICO Y DECISIONES DIFÍCILES
El entrevistado también destacó que, debido a esta situación, muchas Estaciones de Servicio han tenido que tomar decisiones difíciles, como dejar de vender productos que atraen a potenciales ladrones.
“En algunas bocas de expendio no ofrecen más cigarrillos de marcas económicas para evitar atraer a compradores que, luego de adquirir estos artículos, arremeten con robos a mano armada. Es un dilema: queremos atender a todos los clientes, pero también proteger a nuestros empleados y minimizar las pérdidas”, subrayó De Paoli.
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