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En varias provincias se está recolectando la cosecha de soja y empieza de a poco a reactivarse el mercado. Sin embargo, por el surgimiento de nuevos actores que disputan despachos el movimiento es menor que años anteriores.
Los expendedores minoristas que están radicados en el interior del país, en zonas donde el agro mueve la aguja de la economía regional, en líneas generales, el 30 por ciento de las entregas las realizan a productores pequeños y medianos. Los de ciudad, en cambio, casi no sienten un incremento de la demanda cuando aparece el proceso de colecta de cereales.
Jorge Saad, Secretario de la Cámara de Expendedores de Santiago del Estero (CEPASE) advierte que en los últimos tiempos se complicó conseguir este tipo de clientes por varios motivos que implican competencia desleal. En principio apunta que “las petroleras están entregando combustible a un menor precio del que reciben las estaciones”.
Y en segundo lugar el dirigente explica que las destilerías ofrecen condiciones de financiamiento más flexibles, imposibles de aplicar para las bocas de expendio. “Se han metido con fuerza en el mercado”, advierte Saad.
Lo dice en relación a los proveedores que están cada vez más agresivos con sus canales de distribución directo al campo. Y a esto el ejecutivo agrega la presencia de nuevos distribuidores mayoristas que presentan importantes ventajas por operar a granel.
En este escenario el empresario propone a los colegas “rever los objetivos de venta”, considerando incluso la posibilidad de empezar a comprar camiones para garantizar la logística a los grandes consumidores. “Necesitamos que las petroleras nos ayuden”, aclara, a través de ventajas comerciales.
Otro aspecto que preocupa a las pymes tiene que ver con el inminente incremento de las naftas y gasoil al público de entre 6 y 8 por ciento, tal como vienen conversando petroleras y funcionarios del Ministerio de Energía y Minería que dirige Juan José Aranguren.
Hay dudas sobre cómo va a reaccionar el usuario de ciudad, usual comprador de naftas. “A veces los aumentos impactan de forma negativa en el consumo”, señala Saad.
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