Especialistas aseguran que los controles suelen ser muy rigurosos en materia de seguridad e higiene. Recomiendan el control periódico y mantenimiento preventivo del equipamiento.
En el ambiente de los expendedores de gas automotor suelen plantearse dudas referidas a un adecuado servicio técnico de los establecimientos, el mantenimiento preventivo que debe efectuarse para mantener los surtidores en condiciones y los detalles a tener en cuenta para intentar reducir el gasto eléctrico que insume la operatoria cotidiana.
Al respecto, uno de los más experimentados representantes técnicos del sector GNC, el Ingeniero Juan Ferraro, dialogó con surtidores.com.ar, sobre los temas que más preocupan a los propietarios de estaciones de GNC.
Sin embargo, relativizó la potencialidad de peligro que puede llegar a inferir hacia el ambiente o el usuario el expendio de este combustible, ya que a su entender, “los únicos casos de accidentes dentro de una expendedora que conocimos en los últimos años, fueron causados por problemas que provienen de afuera del establecimiento”.
Recordó que el último hecho que se hizo público ocurrió en la localidad bonaerense de Morón, donde se comprobó que “la camioneta que estaba en la playa tuvo un inconveniente y además, las medidas de seguridad ante incendios del comercio funcionaron en tiempo y forma”, aseveró Ferraro.
A pesar de ello, brindó una serie de recomendaciones a tener presentes en relación al correcto funcionamiento de los implementos del sector de carga y alrededores, como por ejemplo, el control del denominado “chicote”, que debe estar habilitado de acuerdo al certificado de fabricación.
Tal cual su explicación, este repuesto debe reemplazarse una vez por año, a partir del día de su instalación, pero además, debe ser revisado una vez por mes, porque suele ser común que por alguna circunstancia no prevista, el elemento en cuestión se englobe o se quiebre, lo que podría resultar peligroso al momento de la carga.
“En caso de no estar controlado ese detalle, si bien el surtidor cuenta con una válvula de seguridad que corta el fluido cuando se produce una falla en medio del proceso de carga, hay dos o tres segundos antes del corte en los cuales la manguera pierde el control y pone en riesgo al personal y al cliente”, avisó el Ingeniero.
Por otro lado, destacó que resulta difícil encontrar alternativas para gastar menos electricidad, aunque existe la posibilidad de instalar el denominado sistema de “arranque suave”, en el compresor.
Pero alertó que “es un implemento que ronda los cuatro mil dólares, el cual tarda un tiempo considerable en ser amortizado”. Afirmó que el problema actual pasa por el hecho de que “bajó el nivel de ventas y aumentó la tarifa de luz, con lo cual, se achicaron los márgenes de ganancia en dicha ecuación”, finalizó.
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