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En distintas localidades del país, las Estaciones de Servicio comenzaron a modificar su estructura operativa para afrontar el deterioro de la rentabilidad.
La postal que se vive hoy en Valle Fértil, San Juan, empieza a repetirse en otros rincones del país: Estaciones de Servicio que interrumpen su atención durante ciertas franjas horarias —sobre todo nocturnas— sin previo aviso, dejando a turistas y vecinos con el tanque casi vacío y la incertidumbre de no saber cuándo podrán cargar combustible.
Varios automovilistas golpeaban en busca de respuesta, pero no obtenían señal alguna. Para quienes residen allí, la situación ya no sorprende y aprendieron a anticiparse. Pero para los visitantes que recorren uno de los principales polos turísticos de la provincia, la situación genera desconcierto e incluso malestar.

Miguel Caruso, presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de San Juan, confirmó que este tipo de casos no son aislados. “Estamos recibiendo muchas inquietudes por los cambios de horario, y entendemos que los costos están desfasados. Por eso nos ponemos a disposición de cada asociado para acompañarlo en este contexto complejo”, expresó en diálogo con surtidores.com.ar.
Caruso señaló que la caída de la rentabilidad golpea con más fuerza a las estaciones ubicadas en zonas alejadas o con bajo caudal de operaciones. “Los números cada vez son más finos. Y eso va a empezar a notarse más seguido, sobre todo en estaciones no tan céntricas que deciden cerrar durante la noche para reducir gastos”, explicó.
El dirigente hizo hincapié en que la clave está en mejorar la comunicación con la comunidad. “Lo que muchas veces genera el problema no es el cierre en sí, sino que no se informe con claridad a los clientes. Desde nuestra organización podemos colaborar para que eso no ocurra, publicando los nuevos horarios o aconsejando a los empresarios sobre cómo anunciarlo correctamente”, sostuvo el referente del sector.
El empresario destacó, de todos modos, que el esfuerzo de seguir operando en contextos adversos también debe valorarse. “Lo positivo es que la estación sigue ahí, prestando servicio. Lo que se intenta es sostener la actividad ajustando al máximo los recursos, sin poner en riesgo ni la continuidad del negocio ni el acceso al combustible por parte de la población”, remarcó el referente estacionero.
Finalmente Caruso reconoció que el caso de Valle Fértil refleja una realidad que se expande: la reconfiguración de los horarios de atención no responde a un capricho, sino a una estrategia de supervivencia frente a la crisis del sector. “Lo que queda por resolver es cómo fortalecer el lazo con la comunidad, que también necesita previsibilidad para no quedarse a pie en el momento menos pensado”, sentenció.
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