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La iniciativa generó alarmas en el sector. “Carecemos de influencia sobre el valor final en el surtidor; corresponderá a las compañías petroleras asumir las posibles consecuencias y asegurar la correcta implementación de la información detallada”, afirmaron.
Un proyecto de ley que propone obligar a las Estaciones de Servicio a dar a conocer públicamente con 72 horas de anticipación los aumentos en los valores de las naftas, gasoil y GNC, levantó polémicas entre los referentes de las bocas de expendio.
La iniciativa, presentada por los bloques de Fuerza Patria y Encuentro Federal, busca según sus fundamentos “dar mayor transparencia al consumidor final”, pero desde la actividad, advierten que la medida es impracticable y que desconoce el rol de los operadores en la cadena.
En ese marco, el presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio de San Luis, José Gianello, aseguró a surtidores.com.ar que los expendedores “no tienen influencia directa en el precio final de los combustibles, sino que en todo caso deberán ser las compañías petroleras las que se encarguen de enfrentar las posibles consecuencias y de implementar la información detallada”.

El dirigente agregó que los estacioneros “somos el último eslabón de la cadena y no quienes tomamos las decisiones de política comercial”. Según explicó, el margen de rentabilidad está fijado por las petroleras y no puede ser modificado por los dueños de estaciones, lo que hace inviable responsabilizarlos por la composición final del precio.
Al mismo tiempo, Gianello relativizó las chances de que el proyecto avance en el Congreso. “No veo un consenso político fuerte para sancionar esta norma. En última instancia, debería ser el propio Gobierno nacional el que dé marcha atrás con la resolución que eliminó la obligación de informar precios en la página web de la Secretaría de Energía, si se generara algún tipo de conflicto”, sostuvo.
El titular de la entidad puntana también señaló que fue YPF la primera en impulsar cambios en la dinámica de los precios y en la comunicación al público. “Es la compañía de bandera la que inició este camino y debería ser la que marque el rumbo, no las estaciones independientes que simplemente operamos bajo sus lineamientos”, expresó.
Consultado sobre antecedentes internacionales, Gianello dijo desconocer si existen países donde se obligue a las estaciones a informar con tanto detalle los componentes del precio. Por el contrario, remarcó que “en los principales mercados del mundo los cambios en las pizarras suelen ser muy dinámicos y cotidianos, lo que vuelve casi imposible dar explicaciones exhaustivas cada vez que hay un ajuste”.
Para el directivo, la prioridad debe estar en garantizar el normal abastecimiento y la continuidad de la actividad. “Nuestra responsabilidad es que el usuario cargue combustible cuando lo necesita. Cargarlo de burocracia al sector no beneficia a nadie y genera confusión en la gente”, apuntó.
Finalmente, Gianello advirtió que iniciativas de este tipo pueden terminar generando un efecto contrario al buscado. “Si el objetivo es la transparencia, hay que exigirla en el inicio de la cadena y no en el mostrador. Las estaciones no podemos ser el fusible de políticas que no dependen de nosotros”, concluyó.
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