Estacioneros preparan contrapropuesta al gobernador bonaerense para compra de combustibles a vehículos oficiales

A través del asesor legal de FEC y UENyA, Fabián Tobalo, los titulares de ambas entidades, Julio Alonso y Juan Carlos Basílico, están ultimando los detalles de un escrito para que los diputados bonaerenses tengan en cuenta a la hora de legislar en materia de carga de combustible a los entes provinciales y municipales.

“Queremos que las petroleras muestren sus cartas en el asunto para que entre todos los actores se pueda llegar a una alternativa, de manera que los fondos del estado que se destinen al consumo de naftas y derivados puedan llegar igualitariamente a todas las Estaciones de Servicio de Buenos Aires”, dijo Basílico a surtidores.com.ar.

El empresario expresó su deseo de que este proyecto que integre a todas las marcas, pueda ser luego un caso a imitar en todo el país, porque de esa forma podría mejorar el escaso nivel de ventas que los establecimientos debieron enfrentar en el último año.

POR MAYORES MARGENES

Por otra parte insistió con avanzar en el reclamo hacia las compañías petroleras para lograr que las estaciones puedan tener una utilidad libre de gastos e impuestos, no menor al 16 por ciento.

“De esta manera dejaríamos de enfrentarnos entre nosotros y podríamos solucionar rápidamente los problemas de sueldos y de empleo de nuestros trabajadores, como también, de la sustentabilidad de los negocios”, explicó Basílico.

Aseguró que la decisión le cabe a las compañías, porque son quienes tienen la posibilidad de fortalecer la cadena de comercialización que constituye el valor agregado de su industria y la cara visible que cada bandera tiene para con los consumidores.

Desde FEC aseguran que este pedido no es nuevo, ya que su titular había afirmado el año pasado que petroleras y Estado deben analizar junto con las Estaciones de Servicio, la posibilidad resignar unos pocos puntos de sus ganancias y de la recaudación del fisco, para que se incremente la rentabilidad del estacionero PyME, que siempre resulta ser el eslabón más débil de la cadena y quien está obligado a enfrentar todo tipo de riesgos, costos, multas e inversiones para sostener la fuente laboral de muchas familias argentinas.