Activar/Desactivar Leer Página
¿En qué situación se encuentra la compañía venezolana? Tiene cada vez menos participación en la venta de combustibles y sus operadores siguen emigrando hacia otras marcas. La competencia se está quedando con sus mejoras bocas de expendio.
Los precios nivelados con YPF no le permitieron a PDVSA consolidarse en el negocio local. De acuerdo a datos oficiales, comercializa aproximadamente un 25 por ciento menos que hace un año atrás. Cuenta con poco más de 70 locales y apuesta principalmente al despacho de gasoil.
Según señala un cliente de esta bandera que prefirió no ser citado en la nota “los pocos operadores que le quedan con buenas estaciones se están yendo a otras compañías”. Notan que las perspectivas son desalentadoras y buscan nuevos horizontes.
El resto, por sus planes de expansión, aprovechan la situación y refuerzan su presencia en zonas de interés, con gran movimiento de vehículos y crecimiento industrial. Pero todas las compañías miran con atención este nicho, a sabiendas que los expendedores no renuevan el contrato luego de la fecha de vencimiento.
“Hace diez años que no se ven ganas de vender como ahora“, analiza la fuente consultada por surtidores.com.ar, coyuntura que destaca como positiva porque permite la migración hacia nuevos proveedores y genera mayores expectativas de incrementar el nivel de actividad.
Lo que suele dificultar el proceso de cambio son las condiciones de comercialización para comenzar con las operaciones. YPF, por su parte, se encarga del cambio de imagen y fachada del local, pero ofrece un 8 por ciento promedio de margen en todos sus productos.
Otras firmas, en cambio, obligan a los interesados a formar parte de su red a desembolsar hasta 250.000 dólares por la renovación de las instalaciones, y si bien presionan para mantener importes bajos en surtidor, garantizan mayor rentabilidad, con comisiones incrementales.
Esta es la decisión que evalúan los emprendedores, en un nuevo contexto de negocios, siempre con miras al futuro, ya que las relaciones con petroleras son extensibles a ocho años.
En definitiva, el futuro de PDVSA no es demasiado esperanzador. El entusiasmo de los primeros tiempos, de los comienzos de la década del 2000, cuando Hugo Chávez, el entonces presidente de Venezuela, prometía inversiones para alcanzar 600 bocas, se fue perdiendo en el camino.
DEJANOS TU COMENTARIO!