Estacioneros consideran desproporcionada la cifra reclamada por los trabajadores en concepto de plus navideño

Días atrás, el Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio de Cuyo envió una nota a las cámaras de expendedores de San Luis, San Juan y Mendoza, para solicitar un extra de 4.000 pesos para fin de año, considerando que los salarios quedaron retrasados y es necesaria una recomposición para hacer frente a las fiestas.

Por su magnitud, la cifra sorprendió a los estacioneros. Analía Salguero, presidente de la Cámara de Expendedores de San Juan (CECA) manifestó que la suma que exige el gremio excedía las posibilidades de las bocas de expendio: “Va a ser un año difícil para poder cumplir esa expectativa”, señaló.

Osvaldo D´Ascanio,  presidente de la Cámara que nuclea a los empresarios de la actividad de Mendoza (AMENA), otras de las provincias involucradas en el pedido, también ofreció su visión al respecto. Recordó que Mendoza siempre fue pionera no sólo en lo que respecta al plus navideño sino al cierre de estaciones 24 y 31 de diciembre de 23 horas a 6 de la mañana, atendiendo sólo con guardia en caso de emergencia. “El bono siempre se otorgó en forma voluntaria. Este año la situación es totalmente distinta a los anteriores, es mucho más compleja, venimos con ventas mucho más bajas”, explicó.

El dirigente puntualizó que “esta semana tuvimos un paro de 48 horas en destilería Luján de Cuyo lo que provocó un desabastecimiento en toda la red YPF (en la provincia el 85 por ciento de las bocas pertenecen a esa bandera). Hubo varios casos de uno o dos días de quiebre total de stock, lo que provocó que no se expendiera causando un perjuicio al operador que lamentablemente no lo puede recuperar”.

En ese contexto remarcó: “La suma solicitada nos parece totalmente desmesurada y este año veo difícil concretar el reclamo”.

D´Ascanio sostuvo que la situación de las estaciones de servicio en la región es complicada. Para argumentar su visión del escenario minorista dividió el sector en cuatro sectores: blancas, de GNC, duales y de bandera. “Todas son realidades completamente distintas”, precisó.

Respecto de las de bandera, apuntó que las circunstancias son variables ya que en Mendoza el mercado lo maneja YPF. “Por la diferencia de precios la gente se vuelca a cargar en estas estaciones: en las de las otras compañías sólo van clientes por lo que se generan muchas menos ventas”, subrayó el empresario.

“A las estaciones blancas les sigue resultando difícil conseguir producto y lo que consiguen deben venderlo a un precio muy alto, por lo que continúan en un mal momento”, interpretó.

“También existe otro problema la recepción o no de tarjetas de crédito. Lamentablemente las estaciones están dejando de recibirlas debido a que el pago de las mismas es a 21 o 23 días y a su vez el costo financiero es alto, ya que nosotros debemos prepagar el combustible que pedimos. Por lo tanto no aceptarlas es un problema no sólo para el operador que se expone financieramente, sino para el consumidor que hoy en día debe pagar $700 y no todo el mundo anda con esa plata en el bolsillo”, opinó el directivo de AMENA.

Finalmente se enfocó en aquellas que despachan sólo GNC. “El mercado de conversión, por más que se haya reactivado un poco, todavía no alcanza los niveles óptimos que las estaciones de GNC requieren. Se están vendiendo la misma cantidad de metros cúbicos que años anteriores”, observó D´Ascanio.