Estacioneros comprometidos con la Responsabilidad Social Empresaria incorporan jóvenes con síndrome de Down

En el marco de las actividades de Responsabilidad Social Empresarial programadas para el año 2017, la CECA-SAN JUAN firmó el pasado 12 de mayo un convenio de colaboración de trabajo protegido con la Escuela Aleluya, con el propósito de incorporar jóvenes a las Estaciones de Servicio bajo el Programa “Empleo con apoyo”

“Estamos haciendo realidad los objetivos propuestos en este proyecto de Inclusión y convivencia en la diversidad”, comentó a surtidores.com.ar, la Presidente de la Confederación de Expendedores de San Juan, Analía Salguero, quien destacó muy especialmente el trabajo serio y comprometido del Secretario de la Entidad, Emilio Romero, que de acuerdo a su opinión “se cargó al hombro las gestiones administrativas necesarias para que este proyecto sea realidad”.

En ese sentido, Salguero aseguró que la iniciativa de la Presidenta de ARID, Gabriela Galeano y su Psicóloga, la Licenciada Yanina Mantilla, transmite “una capacidad humana y profesionalismo de trabajo ejemplares, con un serio objetivo de brindar futuro e inclusión a quienes más dificultades tienen para conseguir un empleo”.

Agregó la dirigente expendedora que “la función del convenio responde a una meta humana y profesional que tiende a abrir un horizonte de trabajo, en lugar de un favor, donde los chicos asumen todos los derechos y obligaciones de sus pares y aportan su esfuerzo y aplicación cotidiana con esmero”.

Explicó que ya son tres los beneficiados por el programa conjunto, de los cuales, Carolina se desempeña en el establecimiento propiedad de la titular de CECA, “Beto”, en la boca de Expendio de Bernardo Turcumán (Secretario de CECA) y Luis, en una tercera Estación de Servicio.

Salguero informó que además hay tres empleados más, en proceso de formación que en un los próximos días se incorporarán a sus nuevos trabajos en el sector comercializador de combustibles.

Cabe destacar que durante el período de capacitación e inclusión a los nuevos trabajos, los jóvenes del programa reciben el apoyo de profesionales, que tienen título de acompañantes terapéuticas.

De esta manera, actúan de puente entre el empresario y el trabajador, ayudando a la comprensión de las denominadas “bajadas de línea” y las pautas de trabajo, durante el tiempo que sea necesario hasta que la persona con discapacidad se sienta seguro de si mismo y se integre al equipo de trabajo en forma completa.

“Los chicos demostraron ser de una gran nobleza y buen corazón, que con su personalidad, contagia sus virtudes que transformaron el ambiente de trabajo e infundió una fuerza y sentido diferente y muy positivo para todos los que comparten la jornada laboral”, finalizó Salguero.