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Las acciones comunitarias llegaron al sector y se afianzan como estrategia institucional para reinventarse ante la baja del volumen de ventas y la inflación sin freno que ataca el capital de trabajo de los empresarios del combustible.
Luego de la crisis que impactara en las expendedoras sin banderas y tras haberse conocido personalmente en una asamblea que se realizó en Córdoba en septiembre del año pasado ante los efectos del decreto de congelamiento de los combustibles, un grupo de operadores generó una red de intercambio de voluntades para poder negociar con los grandes proveedores del rubro.
En un primer momento fueron cuatro los dueños de Estaciones de Servicio blancas que se relacionaron para empezar a comprar combustible mayorista de manera conjunta, pero en pocos meses, la experiencia comenzó a rendir sus frutos y hoy son 12 las bocas de expendio que lo hacen unificadamente.
Según los iniciadores de este proyecto, los resultados concretos se tradujeron hasta el momento en la adquisición de nafta un 8 por ciento más barato y de diésel, con 5 por ciento por debajo del precio acostumbrado.
“Además pudimos obtener un 10 por ciento de descuento en lubricantes y productos de mantenimiento de la estación”, dijo a surtidores.com.ar, uno de los miembros fundadores de este grupo de estacioneros emprendedores, Andrés Micozzi.
Ayudados también por la coyuntura de la baja de valores en el mercado mayorista y la gran disponibilidad de oferta que hoy tienen las petroleras, el impulso fue más potente y llamó la atención de otros empresarios, en un primer momento de la provincia de Córdoba, pero que actualmente, se extiende hacia otras regiones.
Sin embargo, los empresarios quieren ir de a poco avanzando en la ampliación del área de cobertura de los beneficiarios y para “ordenar el entusiasmo” de quienes quieren participar, se van incorporando de a dos estacioneros por mes.
Además, los interesados y quienes ya se encuentran formando parte del conjunto de pool de compras, se reúnen periódicamente a través de zoom, para intercambiar experiencias y tomar conocimientos que sirvan a la aplicación de futuros acuerdos. Posee además, dos encargados de compras y logística que canalizan todo el contacto con los proveedores.
“Con la condición de blancos, siempre quedábamos en inferioridad de condiciones al momento de enfrentar la estructura de costos fijos y de precios del producto que vendemos, pero luego de que la experiencia nos haya dado resultado y se fuera divulgando entre los colegas, ampliamos la cantidad de participantes y de tipos de compras”, recordó.
Lo que comenzó como una iniciativa grupal para adquirir combustible a los mayoristas, hoy significa un poder de compra de más de 1 millón de litros por mes, a lo que se le suman lubricantes, accesorios e insumos de todo tipo.
De acuerdo a los organizadores, “este grupo surgió de la necesidad de tener más bonificaciones en las compras y es una organización informal sin fines de lucro que no persigue ningún otra meta que la de ayudarse entre los colegas”.
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