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En las provincias argentinas, las expendedoras de combustibles temen no llegar a fin de año, tras el endurecimiento de las restricciones de circulación por el rebrote de Covid. Reconocen la ayuda del Gobierno pero estiman que sin volúmenes de venta, están al borde del quebranto.
Empresarios de Estaciones de Servicio perdieron las esperanzas y solo aguardan con ansias que aparezca una vacuna que termine con la agonía de la actividad económica, lo que devolvería al sector el único camino que estiman como posible para recuperarse de una crisis que ellos entienden es “pre-pandemia”.
Así lo dijo a surtidores.com.ar, el presidente de FAENI, Alberto Boz, quien reconoció el acompañamiento que los trabajadores vienen demostrando para sostener los empleos en las operadoras de combustibles de Santa Fe, pero admitió que “el esfuerzo no alcanza y el capital de trabajo se fue dinamitando con los costos que debimos asumir, aún sin llegar a la mitad de los litros que vendemos en situaciones normales”.
Agregó que “pasó mucho tiempo más del que teníamos pensado para esta pandemia y cuando pudimos recuperar un poco del camino perdido, debimos volver atrás en muchas localidades, donde el paso está totalmente cerrado por los intendentes, con lo cual, las bocas de expendio internas de los centros urbanos, no tienen consumo alguno”.
El directivo sostuvo que “a excepción de los colegas que poseen establecimientos de venta de gasoil al sector agropecuario, las demás estaciones estamos todas por debajo del punto de equilibrio y sabemos que la asistencia del Estado no puede durar mucho tiempo más”.
Boz se refirió además a la opción de los minimercados y tiendas de conveniencia, unidad de negocio que pudo reabrir al público en muchas regiones del interior, con ciertos protocolos. A pesar de ello, afirmó que “lo que vendan los shops, no alcanza de ninguna manera para balancear la caída histórica de las ventas de combustibles”.
“En muchos casos los minimercados más importantes son propiedad de las grandes petroleras y el estacionero vive de la venta de naftas y gasoil, por lo cual, no hay posibilidad de reconversión en el corto plazo”, reconoció.
Finalmente adelantó que según su opinión, “la única solución es una vacuna que normalice el tránsito de las personas y reactive la economía, porque en estas condiciones, el cliente, en muchos casos perdió el poder adquisitivo por la falta de empleo o por la inflación de los productos y en otros casos, si tiene dinero para gastar, lo cuida mucho más que antes y al no utilizar el vehículo, no carga combustibles”.
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