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En Paraná, los empleados y el dueño de una boca YPF, trabajan desde hace muchos años en las fiestas navideñas para que las mascotas que sufren los ruidos de los fuegos artificiales puedan refugiarse y reencontrarse con sus dueños
A pesar de las masivas campañas de concientización para el cuidado de los animales domésticos en las celebraciones de fin de año y de que en ciudades como la capital de la Provincia de Entre Ríos, la venta de pirotecnia está vedada, aún hoy, una gran cantidad de perros tanto callejeros, como aquellos que tienen un hogar terminan aturdidos y muchas veces mal heridos por los efectos nocivos que esto provoca.
Esta situación fue advertida desde hace tiempo por los trabajadores y el dueño de la Estación de Servicio YPF ubicada en la Avenida América al 3600 de la Ciudad de Paraná y si bien, al principio se movían de manera un poco desorganizada, con buena voluntad y gracias al desarrollo de las redes sociales y el conocimiento de los vecinos de la zona, comenzaron un trabajo al servicio de las mascotas.
Fue así que, Julio Asensio, el empresario en cuestión, se unió a un grupo de Facebook llamado “Perros perdidos/encontrados en Paraná” y se encargó de brindar su playa y oficina para que los animales perdidos que sufren en cada celebración estruendosa, tengan un lugar donde cubrirse y poder recibir alimento y contención.
Esta red de internet tiene como objetivo ayudar a las mascotas. Cualquier miembro puede publicar sobre perros y gatos perdidos, encontrados, para adoptar o ayudar, siempre y cuando no sea con fines de lucro.
“Hecha la ley, hecha la trampa y si bien en nuestra ciudad está prohibida la venta y uso de la pirotecnia a nivel particular, la gente se las ingenia para comprar y usarla en las localidades limítrofes, por lo cual, son muchos los perros que se pierden y corren peligro de ser atropellados en la ruta”, comentó a surtidores.com.ar, Asensio.
Además dijo que el trabajo más dedicado lo hacen los empleados quienes se ofrecieron sin ningún interés y por propia iniciativa a esta tarea comunitaria y alegó que uno de ellos además estudia veterinaria y es muy “bichero”.
Expresó el empresario que “ya llevamos numerosos perros rescatados y algunos son parte de la Estación de Servicio, como así también, pudimos reubicar a algunos y darle nuevo hogar a otros”. Si es necesario también, se encargan de llevarlos al veterinario del barrio para que le hagan las curaciones pertinentes cuando llegan lastimados o los encuentran en alguna esquina sin rumbo fijo.
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