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Su reglamentación generó expectativas en el sector, que ven en las futuras inversiones un vector de sostenibilidad relacionado con la optimización de la oferta.
El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ha comenzado a regir recientemente, se presenta como un catalizador clave para atraer inversiones en nuevas destilerías y la modernización de las existentes.
En este contexto, nuevas compañías, como Sima encabezada por el ex secretario de Energía Javier Iguacel y otras firmas que están invirtiendo activamente en la recuperación de yacimientos de vieja data, abrieron la puerta a la puesta en marcha de instalaciones que ya están establecidas, lo que reduce significativamente los costos operativos para la producción de hidrocarburos.
Con este panorama, la dirigencia del sector coincidió en el hecho de que la generación de petróleo a partir de estos pozos no solo es viable, sino que se aumentará la oferta de crudo disponible para las refinerías, mejorando así la capacidad de abastecimiento de combustibles.
Por ello, el dirigente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Río Negro y Neuquén (CECNERN), Carlos Pinto destacó que, aunque la producción de petróleo es abundante, la capacidad de refinación ha sido un cuello de botella.
“Hasta ahora, el problema es que las refinerías no están a la par de lo que se está produciendo en el mundo“, explicó el empresario, subrayando la necesidad de ampliar y actualizar las instalaciones actuales para poder procesar el crudo de manera eficiente y cumplir con las normativas de emisión que entrarán en vigencia próximamente.
Pinto reconoció que con la implementación del RIGI, el sector del downstream espera que las nuevas inversiones no solo mejoren la capacidad de refinación, sino que también ofrezcan precios más competitivos y una mayor calidad en la oferta de combustibles, incluyendo opciones premium.
“Este escenario es crucial para evitar crisis de desabastecimiento como las ocurridas en administraciones anteriores, donde mientras Argentina sufría la falta de gasoil en las estaciones, un barco cargaba petróleo en Bahía Blanca”, recordó el entrevistado.
TRANSFORMACIÓN ENERGÉTICA Y EL ROL DEL GNC
Por otra parte, el expendedor neuquino abordó la importancia de la transformación energética y la electromovilidad en Argentina. “El país está utilizando gas para producir electricidad, lo que indica un exceso de este recurso, por lo cual es primordial que la infraestructura de gas natural comprimido se extienda a todo el territorio”, objetó.
Agregó que la expansión de la red de Estaciones de Servicio aptas para GNC será prioritaria para aprovechar el gas disponible, especialmente hasta que la planta de gas natural licuado (GNL) esté completamente operativa.
En ese marco, observó Pinto que las inversiones incentivadas por el RIGI en Vaca Muerta y otras regiones podrían acelerar la desaparición de los buques regasificadores, resolviendo la crisis estacionaria de gas que enfrenta el país, donde la oferta abunda en verano y escasea en invierno.
También reconoció que, aunque el GNC no representa una gran porción del consumo total de gas, es vital fortalecer las políticas que promuevan su uso en paralelo con el fomento de inversiones en el sector.
“La combinación de la recuperación de antiguos pozos de petróleo y la implementación del RIGI promete transformar el panorama energético de Argentina, garantizando un suministro constante y precios más competitivos en las Estaciones de Servicio”, finalizó el empresario patagónico.
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