Esperan que la recuperación del GNC se traslade a la conversión masiva del transporte pesado

El aumento de la conversión de automóviles a GNC abrió las puertas a reinstalar el debate en la sociedad sobre la importancia de alcanzar una modernización de la fuerza de movilidad de los transportes públicos y pesados que hoy basan su energía en el gasoil.

El aumento de la brecha de casi el 100 por ciento del valor entre los hidrocarburos líquidos y el gas, sumada a la incertidumbre de precios que se generó en las naftas en los últimos años, se contrasta con la previsibilidad que brinda la política energética respecto de los costos futuros del fluido en boca de pozo.

Las expectativas favorables fueron puestas de manifiesto por el Presidente de la CAGNC, Carlos Grisolía, quien en diálogo con Surtidores.com.ar, afirmó que el escenario ideal sería que la matriz del transporte público de pasajeros y de camiones de carga de mercaderías, comenzará una transformación a nivel estructural de sus motores impulsados a través del gas natural, en lugar del clásico gasoil o nafta.

“El marco general de condiciones para la industria del GNC es apto hoy en día para comenzar a pensar en un sistema de transporte pesado que funcione con este combustible, lo que favorecerá a toda la población y generará una baja significativa de los costos”, dijo Grisolía.

El directivo recordó que el combustible es la base de los precios de los productos de primera necesidad, con lo que se podrá abaratar sus valores. También redundará en un beneficio para el Estado a través de la necesidad de otorgar menos subsidios a los transportistas.

En otro orden, adelantó que las fábricas de autos no les han transmitido hasta el momento una intención formal de comenzar a lanzar al mercado una línea de vehículos populares con el equipo de GNC de origen, aunque la posibilidad de retomar esta modalidad siempre está presente.