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Analizan dos esquemas: con topes a través de una Resolución de la Secretaría de Comercio, al igual que en 2013; o que la empresa de mayor peso en la plaza, oriente los valores de los combustibles. En todos los casos, consideran que los aumentos seguirán en los mismos niveles de este año
Desde la expropiación de YPF el Gobierno cambió el rumbo de la política energética: actualizó los precios del gas, aumentó las naftas y gasoil en surtidor a un ritmo superior al 30 por ciento anual y permitió que el crudo en el mercado interno se acerque a las referencias internacionales (aunque todavía sigue entre un 25 y 30 por ciento más barato).
Respecto del valor de los combustibles al público, Cristian Folgar, ex subsecretario de combustibles durante la gestión de Néstor Kirchner, explicó a surtidores.com.ar que “el punto a partir de ahora será ver cómo evolucionan en función de los costos”, ya que una parte importante de los insumos está en dólares, siendo el petróleo crudo el mejor ejemplo: representa cerca del 85 por ciento del costo de producción de las destilerías.
En su opinión las autoridades no van a liberar el mercado a gusto de las compañías, por lo que implementarían “controles más o menos explícitos o una administración intensiva”. Aclara que el modelo dependerá mucho del contexto: “no creo que el gobierno deje flotar libremente el precio de los combustibles; aun cuando lo hicieran el rol de YPF será determinante en algún punto y por cierto tiempo puede ser un `ancla´ de precios. No lo pueden hacer por mucho tiempo porque si YPF retrasa los valores respecto al resto, aumentaría la demanda y tendrían problemas de abastecimiento”.
Dadas las necesidades fiscales, Folgar evalúa que “quizás sea el momento que el gobierno ponga más el énfasis en autorizar aumentos en las facturas de electricidad o gas natural”. Considera que no parece muy justo que un trabajador que tiene que llenar el tanque del auto reciba más aumentos que sectores de altos ingresos quienes hoy calefaccionan o refrigeran sus casas a montos insosteniblemente bajos. “Por una cuestión de justicia distributiva, quizás habría que poner el énfasis en otros segmentos a la hora de autorizar incrementos y no ya en los combustibles líquidos”, sostuvo.
De todas maneras, el ex funcionario no avizora grandes transformaciones en el negocio el próximo año respecto al 2013. “Quizás la mayor presencia de Axion Energy – ex Esso – le agregue algo de dinamismo desde la faz comercial, pues ellos querrán instalar la nueva marca”.
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