Seguridad en las operaciones
El Licenciado Carlos Volpi, analizó el siniestro generado en la expendedora de combustibles de la Ciudad de Trelew el pasado miércoles y concluyó que hubo un erróneo e involuntario cumplimiento de las normas a la vez que llamó a los colegas para profundizar la capacitación
Sin dudas, el incidente que se produjo en una expendedora chubutense la semana pasada, mientras un automovilista partió del establecimiento sin advertir que aún estaba colocado el pico del surtidor a la entrada de su tanque, llama a la reflexión de los actores del sector que suelen tener especial cuidado en hechos que pueden causar (como en este caso) explosiones.
Si bien, no hubo que lamentar daños de significación ni víctimas graves, el Asesor en Seguridad e Higiene de FEC, Carlos Volpi, aseveró que en primer lugar, el accidente se generó por un error humano, además de que existió incumplimiento de la legislación vigente de acuerdo al Decreto 2407/83 y abre la necesidad de lograr una excelente capacitación y accionar del personal para atacar y sofocar el siniestro.
El licenciado definió que la palabra “accidente” significa “cualquier acontecimiento inesperado o imprevisto que interrumpe o interfiere el proceso ordenado de la actividad que se trata” y es de acuerdo con esta definición, que no implica necesariamente alguna lesión y de hecho, la mayoría no producen lesionados.
“La capacitación y entrenamiento del personal es el único medio que permite trabajar con Seguridad en la Estación de Servicio y por ello es de fundamental importancia tener en cuenta ciertos lineamientos que se dan tienden a evitar las causas y las consecuencias de los accidentes que se originan por errores humanos”, dijo.
Al respecto prestó especial hincapié en que no debe realizarse movimiento de producto o despacho, por otro medio que no sea a través del surtidor, de modo tal que pueda controlarse el caudal y se impida de esta forma una pérdida o una descarga accidental.
Recomendó verificar el correcto funcionamiento del dispositivo de control del surtidor que permite que la bomba funcione cuando se saca el pico de la manguera, de su alojamiento, como así también, la detención de la bomba mediante el interruptor eléctrico, cuando se vuelve el pico a su posición de no abastecimiento.
Al momento del despacho a los usuarios, Volpi detalló que, el pico de la manguera debe estar conectado firmemente a la boca de llenado del tanque del vehículo y el contacto del pico con la estructura del automotor se mantendrá durante toda la operación de la carga.
Pero agregó que el operario responsable del despacho deberá mantenerse atento a la operación, aún en el caso de utilizar picos automáticos, a los efectos de evitar derrames, ahogos y salpicaduras y una vez completada la carga, se deberá reponer la tapa del tanque de combustible del vehículo.
De esta forma el entrevistado finalizó diciendo que según las consideraciones legales, la provisión de combustible deberá realizarse con el circuito de ignición del vehículo interrumpido, debiendo además detener el funcionamiento del calefactor o cualquier otro elemento eléctrico.
Así también, aunque parezca algo sabido, se prohíbe la existencia de fuego abierto o artefacto que pudiere provocar ignición de vapor inflamable en zona de playa, por lo cual en estos lugares estará perfectamente indicada la prohibición de fumar y se debe prestarse atención para evitar el desbordamiento del tanque.
“En los automotores que posean boca de carga a tanque en la cabina del conductor o de pasajeros, antes de proceder al suministro de combustible y en previsión de cualquier emergencia, deberá hacerse descender a sus ocupantes”, sostuvo finalmente.
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