Cambio de normativas
Así lo exigen las autoridades en Salta. Por eso, los expendedores de combustibles harán una presentación ante la Secretaría de Seguridad, planteando con argumentos técnicos que con las redes secas y matafuegos disponibles, no es necesaria.
Hasta hace no muchos años, las estaciones de Salta capital que tuvieran una superficie mayor de 500 metros cuadrados en la zona de carga de combustibles tenían que realizar la construcción de una red seca para actuar ante algún posible incendio. Cumpliendo con la normativa, en su totalidad, incorporaron esta herramienta de prevención.
Sin embargo, tiempo después los bomberos de dicha ciudad empezaron a exigir que la red sea húmeda, lo que significa para las bocas de expendio contar con reservorios de agua de 20.000 litros, además de la instalación de las bombas necesarias para impulsar el líquido.
Frente a la magnitud de la inversión, Ricardo Stella, presidente de la Cámara de Expendedores de Salta (CESECA) cuenta que en 2012 se hizo una presentación frente a la Secretaría de Seguridad planteando serios reparos a la nueva resolución. En su momento, las autoridades consideraron oportuno conformar una comisión para el análisis del tema, integrada por CESECA, el Consejo Profesional de Ingenieros, la división de bomberos y la Secretaría de Seguridad.
“Llevamos 2 años y medio, casi tres con esta situación, y la comisión nunca se reunió”, cuestionó Stella. Y en definitiva, el dirigente señala que las estaciones no pueden acceder al certificado de mínima seguridad anual “lo cual nos pone en una situación complicada frente a cualquier eventual siniestro o accidente, porque al no tener el certificado, la compañía aseguradora podría considerar esta falencia legal y cuestionar el pago”.
Por el momento, los operadores consiguen un documento provisorio de bomberos que debe renovarse cada 45 días, a veces incluso con demoras. “El tiempo que requiere este trámite genera que la estación esté en una situación irregular”, sostiene. “Es un tema que nos tiene bastante preocupados”, lamenta.
Aclarando el panorama, Stella resumió el informe que se hará llegar en los próximos días a la Secretaría de Seguridad: “lo que planteamos es la inconveniencia de que en una boca de expendio esté instalada una red fija húmeda. Sobre todo teniendo en cuenta que las estaciones tienen una cantidad adecuada de matafuegos”. Hay entre 35 y 40 comercios afectados.
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Cabria preguntarse si el elevado costo de esta nueva exigencia, justificada en cuestionable razón de seguridad, beneficiaría cual botín de guerra a quienes la imponen como producto del abuso de su posición dominante.