“En la Estación de Servicio, el consumidor se mueve con la misma lógica que lo hace en el supermercado”

Los cálculos de los dueños de Estaciones de Servicio referidos a la cantidad y tipo de producto que venden en tiempos de regulación de los precios al surtidor, coincide con la visión de aquellos estudiosos del consumo de la población en época de “bolsillos flacos”.

En este caso, la conocida analista de consumo, Carolina Suárez, explicó que “a pesar de las paritarias, el poder adquisitivo de los salarios continúa perdiendo terreno contra la inflación y por lo tanto, aquel que se acerca a cargar nafta, se mueve con la misma impronta que lo hace en el almacén o el supermercado”.

Es decir que, acude al comercio para procurarse lo mínimo que necesita para el día, por lo cual, la persona que tiene destinados 500 o mil pesos por semana para la nafta de su automóvil, busca si puede el lugar más barato y pide producto por el valor disponible que tiene.

Recordó que si bien los combustibles no aumentaron, los demás productos de primera necesidad siguen escalando, a pesar de que en algunos de ellos el gobierno quitó el IVA, pero el consumidor cobra lo mismo cada mes.

Después de haber leído en surtidores.com.ar la apreciación del ex diputado Héctor Polino referida a que “el congelamiento no colaboró con el repunte de las ventas en las expendedoras”, se manifestó totalmente de acuerdo con el entrevistado y agregó que “el consumo general sigue en picada”.

Recordó la periodista especializada en la marcha de la economía doméstica que con el dólar alto, “automáticamente se achica el sueldo y el bolsillo tiene menos capacidad de destinarse a cargar combustible en su automóvil”.

Agregó que al igual que sucede con carnes y verduras, que se cambiaron por arroz o fideos, “la nafta premium continúa perdiendo terreno ante la súper, porque con los aumentos del seguro y la patente, los automovilistas dejaron de pensar a largo plazo en el cuidado de su vehículo y siguieron alternando mayor octanaje con menor calidad.”