Dentro de lo que será la nueva composición de la Cámara de Diputados a partir del 10 de diciembre, son numerosos los dirigentes que ya están planteando ideas a tener en cuenta para el futuro del sector de la venta minorista de combustibles.

Sin dejar de lado el interés demostrado por los futuros legisladores sobre “reflotar” el Proyecto de Ley de Comercialización de Combustibles Líquidos y Gaseosos que aún no perdió el Estado Parlamentario, luego de haber sido presentado por el Sindicato y las Cámaras estacioneras a mediados del 2016, la coyuntura que aqueja a la actividad como consecuencia de los constantes aumentos de precios y el intento fallido por mantenerlos congelados, generó la necesidad de un futuro debate acerca del camino energético que deberá emprender la Argentina estos próximos años.

“Vamos a impulsar desde el primer día de sesiones ordinarias la sanción de una ley que unifique en todo el territorio nacional el precio al consumidor de los combustibles tanto líquidos como GNC”, adelantó el diputado Asseff quien durante su anterior gestión en la banca nacional y luego en el Parlasur, intentó llevar adelante iniciativas del mismo tenor.

Expresó que “las diferencias son muy notorias entre la zona metropolitana y el interior del país, hecho que no se compadece ni con la justicia e igualdad de los ciudadanos, sino que además no tiene una razón valedera para implementarse como hasta ahora”.

El histórico parlamentario prometió también gestionar leyes que avancen en el terreno del crédito blando y beneficios fiscales para favorecer diversos puntos de la actividad estacionera.

En primer lugar, aseguró que “debemos favorecer desde el Estado Nacional la instalación de nuevos puestos de servicio integral, por encima de la mera carga de combustible, como también convertir a las tradicionales Estaciones de Servicio para adaptarlas al futuro del parque automotor eléctrico”.

En ese caso, ponderó que los gobernantes tengan en cuenta el “valor agregado” que  las operadoras de combustibles puedan aportar al ciudadano y que también generará nuevos puestos de trabajo genuinos.

Además dijo que “es necesario abrir una línea de créditos populares para la conversión de vehículos al GNC, no solamente para particulares, sino para transporte público y de carga, con la intención de que el país se adapte a la reconfiguración del uso de la energía de acuerdo a las nuevas condiciones de la disponibilidad de gas que tiene la matriz nacional”.

Finalmente habló de lo que consideró “un proyecto más ambicioso” y detalló la importancia de que se pueda llevar a cabo una serie de leyes y medidas tendientes a la integración de todos los países del Mercosur y demás naciones como Chile y Colombia, que aseguren la integración de América del Sur en una política de combustibles de carácter regional y de objetivos geopolítcos estratégicos a la hora de pensar un bloque único para negociar con el resto del mundo.