*Por el arquitecto Patricio Pon

La “familia empresaria” representa uno de los pilares históricos que sostuvo el desarrollo de las Estaciones de Servicio y potenció su funcionamiento. Quienes indaguen acerca del proceso histórico familiar, notarán como la arquitectura acompaña este proceso como un reflejo de su evolución. No es casual que el 90 por ciento de los proyectos de Estaciones de Servicio que hemos desarrollamos en PON Estudio de Arquitectos han estado vinculado a empresas familiares.

EVOLUCION DE LA EMPRESA FAMILIAR Y SU ARQUITECTURA

Uno de los desafíos que conlleva el funcionamiento de una “familia empresaria” es el de conjugar un emprendimiento con fines económicos junto a un proyecto de vida que atraviesa a distintas generaciones. En ese sentido, la planificación estratégica de la arquitectura de un predio debe contemplar necesariamente su historia así como las nuevas demanda del negocio.

Algo similar ocurre en la planificación estratégica de la empresa, en la búsqueda de un equilibrio que preserve sus 2 estructuras básicas (empresa/familia), donde se deberán identificar  y potenciar las virtudes tanto individuales como colectivas del grupo; gestionar los conflictos intrínsecos de esta estructura; definir roles con claridad, establecer metodologías y objetivos medibles, en definitiva, proporcionar un soporte ordenado que habilite cualquier proceso de planificación y adaptación a las demandas.

LO VIRTUOSO Y LO COMPLEJO

En una empresa familiar, lo virtuoso se encuentra justamente en su historia, en los recuerdos, en los valores de confianza, en la tenacidad del esfuerzo colectivo en la búsqueda del progreso.

Lo complejo se potencia en los procesos de cambio y adaptación de las estructuras, en la asignación de roles en pos de un objetivo económico, en el difícil desafío de evitar que la subjetividad de la historia personal altere el juicio de una decisión estratégica.

Así como cambian las familias, el mercado también cambia, décadas atrás, las estaciones eran lugares para cargar de combustible y servicios mecánicos. Hoy se incorporan unidades de negocio satélite, servicios complementarios, un nuevo marco técnico normativo y un uso vertiginoso del tiempo con clientes menos pacientes.

Para abarcar esta complejidad es necesario el desarrollo de una “arquitectura integral” que sintetice estas demandas en forma eficiente.

EL SEGUNDO HOGAR

Las horas invertidas en un negocio que está abierto las 24 horas los 365 días del año simbolizan, no sólo una forma de trabajo, sino también una forma de vida. Así como una buena arquitectura de vivienda es aquella que mejor representa “la manera en que eligen vivir sus ocupantes”, una buena arquitectura de Estación de Servicio debe representar la “forma de trabajo de sus dueños”.

En nuestra experiencia, el peso de la historia familiar aparece más frecuentemente durante los procesos de diseño del negocio que, en la planificación del hogar de la familia. Incluir el legado de generaciones anteriores, tradiciones y anécdotas es una opción válida para imprimir una identidad a la empresa y reivindicar sus orígenes.

EN CONCLUSION

El desafío será potenciar la historia de la “familia empresaria” y aggiornarla a las nuevas perspectivas. Detrás del desarrollo y progreso de la arquitectura del negocio, subyace algo verdaderamente virtuoso: un vínculo basado en la confianza, que genera lazos que deben ser preservados y fortalecidos, como ese hilo invisible que perdura a través del tiempo.

Para encontrar en la tradición las herramientas del futuro, la elocuencia imperecedera de un Martín Fierro nos enseña hasta nuestros días: “porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera”.

** Patricio Pon: Arquitecto por la Universidad Nacional de Córdoba (2006). Realiza posgrado de Arquitectura y Tecnología en la UTDT (2009). Realiza práctica profesional en Estudio MAPAA (Madrid) – AFT (Córdoba) (2007 a 2010). En el ámbito académico realiza adscripciones en UNC y UCC (Córdoba). Funda “PON- Estudio de Arquitectos” en el año 2010