Carlos Acuña, Secretario General de SOESGyPE
Están a la espera de los resultados de la Superintendencia de Trabajo, encargada de hacer los estudios pertinentes, pero en el sindicato aseguran que el despacho de combustibles daña la salud de los playeros. Es un tema central de la agenda, que ya se piensa en incorporar al marco regulatorio.
Carlos Acuña, Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio de la República Argentina (FOESGRA) interpreta que si las bocas de expendio tienen que hacerse cargo de la contaminación producida en los terrenos “no hay ninguna duda que manipular la manguera con el combustible a dos metros también impacta en la salud del playero”.
Aunque señala estar “convencido”, está a la expectativa que un informe técnico encargado a expertos de la Superintendencia de Trabajo lo avale. “De un momento a otro pueden estar las conclusiones”, indica. Por su parte, confía en que estará listo ya en 2015, por lo que sería incorporado en la agenda del próximo año.
“Nosotros planteamos que el proyecto de ley de comercialización – de naftas y gasoil – contemple la insalubridad que el mismo gobierno está mandando a cobrar a los empresarios con los pasivos ambientales”, anuncia a surtidores.com.ar.
Es una iniciativa que será planteada a las próximas autoridades, consensuada con los expendedores. “Ahora está guardado en el cajón del congreso”, lamenta. Por el momento, dado el contexto electoral, admite que “no lo hemos querido reclamar para que no se mezcle con lo político. El año que viene lo trataremos”.
“Habrá una conversación con los funcionarios y veremos cómo nos contemplan el nuevo proyecto de ley. Y sino tendremos que luchar. Ojalá que nos escuchen y den respuestas, que no sea una estrategia combativa sino con consenso”, expresó el sindicalista.
En la primera vuelta del 25 de octubre, Acuña apoyó la propuesta de Gobierno de Sergio Massa, el líder del Frente Renovador. Y si bien ahora el sindicato no tiene una posición tomada de cara al balotaje, admite preferir “un cambio”. Se reconoce “peronista”, pero guiñó a Mauricio Macri, del Frente Cambiemos. “No es que me guste. Es lo que hay”, explicó.
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