En menos de una década se perdieron 45.000 puestos de trabajo por el cierre de bocas de expendio. La tendencia se profundizó a partir de la privatización de YPF e impactó con mayor dureza en empresas de baja escala, por lo que es válido y acertado pensar que el problema de la actividad es estructural.

Carlos Acuña, Secretario General de la Federación de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio (FOESGRA) propone evaluar en conjunto con los proveedores de combustibles las problemáticas generales y particulares de las estaciones de servicio.

El máximo referente de los playeros a nivel nacional anticipó a surtidores.com.ar que tiene previsto desarrollar la audiencia con todos los actores del rubro a mediados de julio. “Estamos esperando que finalicen las homologaciones de los convenios colectivos de trabajo”, explicó.

“Queremos prevenir los cierres de establecimientos, fundamentalmente en las que no tienen marcas con todo lo que esto significa: basta de contratos, basta de que existan estaciones blancas, basta de imposiciones de las petroleras”, arengó el sindicalista.

Por el lado de los operadores ya varias entidades manifestaron su apoyo a la reunión: la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA), la Federación de Empresarios de Combustible de la República Argentina (FECRA) y la Federación de Expendedores de Combustible (FEC), entre otras que se descuenta que participarían. Son las de mayor representación.

Manuel García, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio Independientes (AESI) también se mostró a favor de la iniciativa, sobre todo porque los puestos blancos ocuparían un rol central. Considera que es una buena oportunidad para solicitar a las petroleras el abanderamiento de locales.